El escándalo afuera es descomunal.
Luego de una dosis de epinefrina y una visita a la sala de emergencias, tengo que lidiar con las indicaciones de Seokjin que, de por sí, no se escuchan gracias al terrible escándalo de allá afuera. Jungkook y el resto insisten en entrar a base de gritos y bullería callejera. Los hombres que resguardan la entrada no se lo permiten, ni lo harán porque no pienso tener contacto con ellos.
Creo que la epinefrina en vez de aumentar mi nivel de adrenalina se fue por el lado del enojo. Literalmente siento que echo humo por las orejas.
—¿Qué hay de papá? ¿No piensa venir? —interrumpo su discurso.
—Ya estuvo aquí, mientras dormías aún. —Desde que entró por esa puerta es la primera vez que enfrento su mirada. Cruzada de brazos lo examino de forma severa, como queriendo decir «¿qué acabas de decir?»—. Por eso estoy aquí, por si se te ofrece algo.
Arrugo las sábanas con mis puños. Quiero decirle que prefiero ver a papá aquí, pero soy consciente de que él recibe órdenes, no es su culpa.
—¿Qué hago con los chicos? ¿Los dejo entrar? —agrega dándole un vistazo al gran espectáculo a través del pequeño vidrio de la puerta corrediza—. Han querido saber cómo estás desde que saliste de la sala de emergencias.
—Que se los lleven por intento de asesinato.
—¿No estarás hablando...
—¡¡Que se los lleven!!
El secretario asienta muy a su pesar. Antes de que se vaya, agrego —puede que más calmada— algo más:
Paso saliva por mi garganta.
—Dile a mamá que estoy aquí.
—De acuerdo.
Sin más, sale de la habitación. Hay un maldito florero que me regresa el enojo. Ocupa rosas que papá dejó en su ausencia. Agarro el frasco y lo estrello a la pared que tengo enfrente.
Diez minutos más tarde mis oídos son testigos de cómo la policía se lleva a ese grupito a la fuerza mientras gritan, lloriquean y se aferran a la puerta, y puede que al piso. Empiezo a sentir lástima por lo que tendrán que sufrir los detectives y policías en la delegación por culpa de esos desalmados.
***
El doctor dijo que podía irme el lunes por la tarde, y aunque tenga una clase a esa hora, opto por quedarme en esta habitación de hospital. Ansío que si mamá se entera de que estoy en el hospital venga a verme. Cuando alguien cruza esa puerta imagino que es ella, pero la ilusión se va cuando rápidamente me entero que no es así; como ahora que acaba de entrar Taehyung.
Vale, aunque no tanto, su visita también me hace mucha ilusión.
—¡Hey! —exclama.
—Hey —respondo con desgana.
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A 36°C » Jeon Jungkook; BTS
FanficDrey tiene todo lo que superficialmente se puede considerar como bueno: tiene una alta reputación, dinero, las mejores notas, buenos amigos y la mejores de las actitudes. ¿Actitudes? Sí, claro. Drey no es lo que aparenta ser y mucho menos es un terr...