Capítulo 12 🧡

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¿Qué demonios

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¿Qué demonios...?

¿Por qué hay un horrible muñeco de dos metros y con la apariencia de Freddy Krueger en mi sala?

Dejo caer las bolsas de compras, causando un estrépito que a nadie le importa, pues toda la pandilla de Jungkook está igual de paralizada que yo.

Hyunjin, que sale de un pasillo envuelto en una toalla blanca sobre su ropa, tropieza del susto y cae sobre su propio trasero. Hoseok, muerto de miedo, se coloca atrás de Minji y la empuja hacia el muñeco como si fuese un escudo. Jihyo trata de treparse en los hombros de Jimin mientras este trata de ocultarse detrás de un sofá y si es posible lanzárselo. El resto aunque trate de permanecer rígido son notables el miedo en sus caras.

Sus miradas caen en la mía, me piden una explicación, cosa que no les puedo dar porque no tengo idea de qué se trata todo esto. Niego en respuesta.

El muñeco avanza dos pasos y entonces todos gritan.

—¡¿Qué es esa cosa?! —vocifera Hoseok.

—¡¡No tengo idea!! —le sigue Jimin—. ¡¡Drey!!

Da otro paso, por tanto, los gritos aumentan.

—¡¡Drey!! ¡¡Drey!!

—Madre mía, juro que no volveré a jugar con ella... ¡¡Drey!! —me sorprende ver a Yoongi muerto de miedo.

Jungkook se persigna tal cual católico.

—Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre... ¡¡Ahh!! ¡¡Ahh!!

Avisto a Woo-Bin y Moo-Bin en lo alto de las escaleras, uno de ellos lleva un control remoto mientras ambos ríen silenciosa y discretamente. Claro, este es el espantoso robot del que hablaba Soojin.

—¡¿Quieren matarme del susto?! —No sueno como debería estarlo: molesta, pero sí algo indignada, si querían hacer algo así debían avisarme.

A zancadas subo las escaleras, explotan de la risa y el descaro al saber que he descubierto su malvado plan que de por sí ya ha sido cometido. Delante de ellos bufo y llevo las manos a la cintura.

—¿En serio, niños?

—¡¡Drey!! —exclaman al unísono, sonando más felices de lo que imaginé.

—Hemos atacado fuego con fuego —dice Moo-Bin.

—¿A qué te ha gustado nuestra sorpresa?

—Discutiremos si me ha gustado o no luego. Agarren esa cosa y dejenla en donde ellos no puedan verla —Les señalo a los chicos con la barbilla—, ya los asustaron demasiado.

Correteando bajan las escaleras. Cada uno se coloca a un lado del dichoso Pepo, encarando a los demás con un aire de altanería. Hyunjin, que todavía sigue en el piso, lo observa todo con desconcierto.

A 36°C » Jeon Jungkook; BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora