Drey tiene todo lo que superficialmente se puede considerar como bueno: tiene una alta reputación, dinero, las mejores notas, buenos amigos y la mejores de las actitudes.
¿Actitudes? Sí, claro.
Drey no es lo que aparenta ser y mucho menos es un terr...
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De pronto me siento como una veterana en su lecho de muerte, forrada de dinero y con toda su familia —hipócrita para variar— reunida para saber qué parte de la herencia le va a tocar. Solo que yo estoy vivita y coleando y ellos no son mi familia. Qué suerte que no.
Jungkook trajo sus amigos luego de que le haya permitido que lo hiciera, pues según él, tienen algo que decir. Disfruto ver a Hyesun con las millones de ganas que tiene de mandar todo al carajo y largarse.
La situación de por sí es pesada, hay cierta tensión.
Todos están frente a mí esperando a que alguien suelte algo. Hyunjin está más tranquilo sentado en el sofá leyendo una revista vieja. Él sabe a la perfección que no tiene que hacer mucho por aquí, no ha hecho nada y es el que menos me desagrada. Jungkook, por otro lado, está metido en el baño cambiándose de ropa después de que lo haya empapado. Tuve que pedirle a Jin que consiguiera ropa para él.
—¿Van a hablar o no? —exijo saber, cruzada de brazos.
Hoseok se aclara la garganta.
—Te trajimos un postre —dice.
—¿Un postre?
—Sí. —Se acerca y me entrega una bolsa con el logotipo de la pastelería—. Es de buena calidad como supuse que te gustaría. Disfrútalo.
—Qué basura —digo luego de inspeccionar la bolsa y comprobar que no son los que me gustan. Lo dejo sobre el velador.
Todo vuelve a quedar en silencio, hasta que veo a Yoongi meterle un codazo a Jimin discretamente. Al ver que el susodicho no habla, él se ve en la labor de hacerlo.
—Escucha, Drey —Da un paso—, soy consciente de cuando estos idiotas se equivocan y sé que ahora lo hicieron, así que te pido que aceptes sus disculpas.
Arrugo la frente, ¿él no se equivocó?
—Tú también lo hiciste, idiota —dice entre dientes Jimin. Le mete un codazo algo discreto.
—Me voy a la mierda —responde con el mismo volumen de voz. Pasa entre sus amigos hasta quedar atrás de ellos y que así sea más dificultoso verlo.
La puerta del baño se abre dejando ver a un Jungkook expectativo por saber cómo vamos. La ropa que lleva no es cosa de otro mundo; traté de que Jin consiguiera lo más parecido a lo que suele ponerse. Voy a suponer que está satisfecho, ya que no me dice nada al respecto.
—¿Y? —pregunta.
—Tus amigos son un poco retardados, ¿sabías? —Volteo a verlo.
Escucho a Hyesun exhalar. Toma las riendas del asunto.
—De acuerdo, lo lamentamos, ¿sí? En serio. Y no lo digo solo por el hecho de que quiero que quites los cargos, lo digo porque estuviste en una situación grave por culpa de nuestra imprudencia.
