Capitulo 3

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Pongo primera con decisión mientras mi auto circula ruidosamente por los campos fuera de la ciudad. Estoy en el campo, cerca de la casa de mis padres.
Aquí todo es biológico y políticamente correcto.

Mis padres son criaturas extrañas, al menos para una mente cuadrada como  la mía. Son protestantes pero  antimonárquicos, son vegetarianos (veganos para ser más precisos), antirreligiosos o al menos más cercanos al budismo que a cualquier otra religión, no están casados sino que son pareja de hecho, y colaboran con todas las ONG posibles.

Han traído tres hijos al mundo: Gaara, mi hermano, que es médico  y trabaja para Amnistía Internacional y otros grupos que ayudan a los refugiados de todo el mundo; y mi hermana Shizune, que es abogada y ofrece sus servicios gratuitamente a quien no puede permitírselo.

Es fácil comprender por qué me siento un pez fuera del agua en mi familia. ¡Soy asesora financiera! A sus ojos me dedico a ayudar a los ricos para ser todavía más ricos, así que soy la encarnación de la maldad, una especie de Satanás con falda.

Pero  también  soy  la  pequeña,  así  que  hacen  un  esfuerzo  por tolerarme. Si hubiera sido la mayor, me habrían repudiado hace mucho tiempo. Eso por no mencionar que cuando Sasori formaba parte de mi vida, mi propia familia me veía con mejores ojos.
Ahora, sin él, volveré al final del ranking familiar.
 

***

Nada más estacionar en el camino del jardín, me persiguen como siempre el
grupito de patos. Intentan morderme la mano.
Los patos libres son felices, según mi  madre. Suelo  no  estar  de acuerdo con ella, pero todavía no reuní el valor para decírselo.
             
Además, no entiendo por qué mis padres crían patos si luego no se los comen. Los patos son malvados, lo sabe todo el mundo. Y mis padres están criando patos maliciosos y viles.
Como ya estoy acostumbrada, me dirijo con paso firme a la puerta de entrada realizando un zigzag entre gatos y perros que duermen bajo el porche.  Después  de  años  de  práctica  continuada,  alquiri una habilidad destacable y en pocos segundos estoy a salvo dentro de casa. El pato asesino, que desde el principio me había perseguido, aletea al otro lado de la puerta. Qué satisfacción.

—¡Mamá, ya llegue! —grito para que me oigan.

—Estoy en la cocina —responde la voz persuasiva de mi madre.

Y, efectivamente, ahí está, dispuesta a preparar una ensalada que huele, como mínimo, raro. No hay que preguntar qué ingredientes utiliza en sus platos, o podrías morir del susto.

—Por fin apareces, Sakura, estábamos preocupados, llegas una hora tarde —dice enseguida mi madre, que hoy lleva un vestido  amarillo chillón. Probablemente podría considerarse una especie de saludo al sol, dado el color cegador.

—No llego tarde. Avise que llegaría a la una, y es la una y aquí estoy, puntual como un reloj suizo.

Que quede entre nosotros, pero cuando voy a casa de mis padres intento ser puntual. Hay que evitar por todos los medios llegar un minuto antes, o correría el riesgo de recibir un alud de preguntas incómodas.

—Déjame verte, querida. Sigues con esta cara tan gris. ¿Pero qué diablos comes? ¿No  será  carne? —pregunta  mi  madre,  visiblemente perturbada por la idea.

Me criaron dos vegetarianos y está claro que no como carne, pero de vez en cuando me concedo un poco de pescado o un huevo. Pero nunca me atrevería a confesárselo a mi madre, le daría algo si supiera que soy una vegetariana laxa y no absoluta.

—No, mamá —respondo—, nada de carne, es solo estrés.

Por su expresión comprendo que toque la tecla equivocada.
—Bien… Francamente, es lo que te mereces por haber elegido ese trabajo. En serio, Sakura, ¿qué se te pasó por la cabeza cuando elegiste el ámbito fiscal? Y encima trabajar para un banco … ¿Pero te das cuenta? ¡Son  la  causa  de  la  caída  de  nuestro  sistema  financiero  y económico! —repite por enésima vez. Me solto este discursito tantas veces que podría anticipar palabra por palabra lo que está a punto de echarme en cara con un mínimo margen de error.

Trabajando Con El Enemigo *ShikaSaku*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora