Han pasado dos semanas desde aquella famosa noche en que Shikamaru se quedó a dormir en mi habitación.
Fueron quince días peculiares, reflexiono desde mi oficina un aburrido lunes por la mañana. Cometi un error tremendo al aceptar eae tipo de relación informal, porque en realidad nunca encontraré pareja si sigo así.No me gusta darle demasiadas vueltas, pero si conociera a algún chico, pensaría que Shikamaru y yo pasamos demasiado tiempo juntos. Y eso no es bueno, porque me gusta de verdad, aunque odio admitirlo. En el trabajo seguimos ignorándonos, pero cuando salimos, no podemos estar separados: vamos a tomar algo, a cenar, y después a su casa o a la mía. Este fin de semana, Shikamaru no ha querido volver a su casa. Simplemente se dio media vuelta y se durmio en mi cama, como si nada.
Ino y Karin le hicieron amablemente el desayuno ignorando por completo mi rabia.
Creía que había dejado claras ciertas condiciones: no pasar la noche juntos y no pasar todo nuestro tiempo libre juntos, pero hemos hecho justo lo contrario. Shikamaru está invadiendo mi espacio, y no sé qué armas usar para frenarle los pies.
Y como el pequeño lord se niega a hablar de estas cosas y le resta importancia al riesgo que corremos, no tengo alternativa: tendré que actuar yo sola.Estoy tan absorta en mis pensamientos que no me doy cuenta de que Naruto está en la puerta de la oficina.
—¿Todo bien, jefa? —pregunta y llama mi atención.
—Bueno… —respondo poco convencida—. Tú en cambio pareces una flor en primavera.Me alegra ver que sonríe sin parar y está relajado. Ojalá yo pudiera hacer lo mismo.
—Fue un fin de semana fantástico —confiesa y me guiña un ojo —. Tenten y yo salimos a cenar.
—Me alegro por ustedes—digo con sinceridad. Al menos sabe lo que quiere.
—¿Tu fin de semana no fue tan feliz? —pregunta y se sienta frente a mí.
—El mío fue demasiado feliz. Pero no me hagas caso, estoy de mal humor.
Sé que parezco irracional. Si cree que estoy loca, al menos tiene la deferencia de ocultarlo.
—Entonces no te peleaste con Shikamaru —comenta con osadía.
—¿Qué tiene que ver Shikamaru? —pregunto alarmada.
—Cálmate —dice—, nadie sabe nada.
—Porque no hay nada que saber —replico tajante.
—Si tú lo dices… Pero si necesitas hablar con alguien…
No termina la frase. Está claro que no se dará por rendido. Tal vez sea mejor aclararle las ideas.
—¿Qué crees que sabes? —trato de sonsacarle ligeramente nerviosa.
—Nada. Pero sé que están juntos. —Lo dice como si no fuera nada malo.
—¡No estamos juntos! —exclamo y casi se sobresalta. Naruto me mira perplejo. —Quedamos de vez en cuando —especifico. Así parece más aceptable.
—¿De vez en cuando? —dice sonriendo.
—Sí, nos vemos, ¡pero no estamos juntos! ¡Absolutamente no! Es una relación temporal, aunque no es realmente una relación.
Naruto me escruta.
—Veo que tratas de resistirte con todas tus fuerzas.—¿A qué? —pregunto porque no sé qué pensar
—A Shikamaru. No quieres enamorarte. —El tono con el que habla es natural, pero la frase no.
—No tengo que resistirme a nadie. Hablas de algo imposible — replico y noto que me pongo roja.
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Trabajando Con El Enemigo *ShikaSaku*
Fanfic¿Puedes llegar a enamorarte de alguien a quien odias? Sakura es abogada. Shikamaru es economista. Y se odian. Un cliente los obliga a trabajar juntos. ¿Y si del odio al amor solo hay un paso? Portada por la genia de @yamirav ♡