Capitulo 3 (Eros)

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Después de Matemáticas me toco Física, la cual por suerte estaba en el mismo edifico y me dio el tiempo de encontrar el salón y no llegar tarde como me paso con la anterior; En esta clase no estaba la chica del pelo negro con su libro, pero no le di mucha importancia, ya que obviamente no todos tenemos el mismo horario

La clase en si no fue difícil porque antes de venir a este internado yo era instruido en palacio y ya me habían enseñado la materia que pasamos hoy en clase, al menos hay alguna ventaja de haber estudiando en casa

Ahora me toca deportes y volví a perderme por que la hija del primer ministro de Austria, de la cual no se su nombre, no me indico hacia donde estaba el gimnasio o canchas o pista o donde sea que se hace esa clase, por lo que puedo predecir que volveré a llegar tarde

Camine hacia la plaza central del campus para ver si había alguna persona que conociera que pudiera ayudarme, ya que en este lugar estudian otros miembros de la realeza mundial e hijos de grandes empresarios y políticos, de algo servirán todas esas reuniones sociales que se hacen para conocernos

Pero claro hoy no es mi día porque no reconozco a nadie que este en esta plaza, ya que la gran mayoría son parejas intercambiando saliva, logrando tapar sus rostros; Aunque hay una que si creo conocer bajo un árbol, mire la hora en mi reloj y claramente si no le preguntaba a ella llegaría tardísimo

Sin mas me encamine directo hacia ella quien seguía con el mismo libro que en la clase de Matemáticas, tenia un vaso con fruta junto a ella y ahora lleva el pelo mojado, se habrá bañado entre clases?

- Disculpa - llame su atención pero no despego la vista de su libro, por lo que carraspee un poco la garganta intentando llamar su atención, volviendo a no tener resultado - Disculpa - volví a repetir pero esta ves le moví un poco el hombro logrando que ahora si despegara la vista del libro

Al hacerlo pude verla mucho mejor que en clase gracias a la cercanía, la chica tiene piel clara, que se ve como si fuera porcelana, unos grandes ojos verdes hipnotizantes y labios ligeramente gruesos, además de no llevar ni una sola gota de maquillaje

- la chica me chasqueó los dedos cerca de mi rostro, ya que por lo visto me quede mucho tiempo detallándola - Te quedaste pegado mirando - me dijo después de que me separa un poco de ella

- Perdón - le dije y me recompuse - Me puedes ayudar por favor - le pedí y le extendí mi horario - Me toca deporte pero no se donde es ? - le explique

- ella miro detalladamente el horario - Eres nuevo ? - preguntó

- Si es mi primer día - le extendí la mano - Príncipe Elliot Eros Edward - me presente, ella tomo mi mano y la estrecho

- El gimnasio esta en esa dirección - me apunto hacia su derecha, sin presentarse - Y para que no estés perdido después, la cafetería esta por ahí - apunto al lado contrario - Por si quieres comer algo - me extendió mi horario de vuelta

- Muchas gracias - le dije dándole una sonrisa y volví a guardar mi horario en mi bolsillo

- Te recomiendo no llegar tarde a las clases de Quinn y West, porque no dejan entrar cuando ya cerraron su puerta - me sugirió

- Lo tendré en cuenta - le dije, no sé que materia da el profesor o profesora West, pero supongo que en general a ninguno le gustan los retazos - Tu nombre - le pedí cuando ella ya había empezado su lectura nuevamente, dando nuestra conversación por terminada

- Zoella - dijo sin levantar la vista de su libro

No quise preguntarle mucho mas porque se veía mas interesada en su libro que en mi, además tengo que llegar al gimnasio para mi clase

Camine rápido hacia donde Zoella me había señalado y encontré rápidamente el gimnasio, me fui hacia los camarines ya que no podía hacer deporte con el uniforme que tenia puesto, revise mi mochila y Gale como siempre un paso al frente había puesto un cambio de ropa deportivo junto a una nota

"Alteza usted tiene un casillero en los camarines de hombres, es el A18 y ahí tiene sus productos de limpieza para bañarse al terminar su clase y un cambio de zapatos para deporte

Cuando termine deje su ropa sucia en la bolsa que esta ahí dentro yo me encargare de ir por ella y limpiarla

Suerte en su clase

PD: La clave del casillero es su cumpleaños "

Como ya les había dicho Gale es mi ángel aquí, busque el casillero correspondiente y al encontrarlo probé con la clave y abrió de inmediato tome el cambio de zapatos y metí mi mochila en él, me cambie rápidamente sin problema gracias a que no había nadie y cuando ya estuve vestido con mi nuevo conjunto puesto puse mi uniforme en mi casillero para ponérmelo al termino de esta clase

Después de asegurarme que mi casillero estuviera bien cerrado me fui rápidamente hacia donde podía escuchar el sonido de algunos zapatos chirriar contra el piso. Al pasar por una puerta me encontré con lo que supongo es mi grupo de clase, me acerque hacia el que parecía el entrenador para explicarle mi tardanza

- Disculpe la tardanza - le dije cuando estuve junto a él - Es mi primer día y me costo encontrar el gimnasio

- Príncipe Elliot ? - me pregunto después de revisar unos papeles que tenia en una planilla

- De Grecia - complete

- Entiendo su retraso por ser su primera semana, pero la próxima espero total puntualidad al igual que la del resto de sus compañeros

- Si señor, no habrá problema

- Corra un par de vueltas junto a sus compañeros hasta que escuche el pitido - me dijo, yo asentí y fui a hacer lo que me dijo

Estuve corriendo solo a un buen ritmo hasta que alguien se puso en paralelo a mi logrando alentar un poco mi paso

- Nos volvemos a ver - dijo la hija del primer ministro de Austria

- Así parece - le comente, no quise decir mucho mas porque al hablar y correr me cansare mas rápido

Por suerte sonó el pitido del entrenador dándonos a entender que dejáramos de hacerlo, la chica junto a mi iba a decir algo pero sus amigas la llamaron, con lo que por fin supe que ella se llamaba Rebecca

El resto de la clase paso bien, lo cual es un logro porque no soy el mas atlético ya que me llevo mejor con los libros que con los deportes de contacto

Zoella con Z de ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora