Zoella con Z de Zorra

Capitulo 98 (Eros)

Desde hace ya casi tres días que no sabía nada de Zoe. Obviamente eh estado muy preocupado por ella ya que me dio impotencia y mucha tristeza verla tener un ataque de pánico a través de la computadora y no poder hacer mucho gracias a la distancia, porque si había intentado ayudarla dándole aviso a su hermano y a sus padres llamándolos por teléfono, pero ninguno contesto, por suerte su tía estuvo ahí y la pudo ayudar

Tiempo después de que eso ocurriera sus familiares me llamaron y tuve que actuar con naturalidad deseándoles felices festas, ya que no sabía si Nieves iba a querer masificar la información sobre su ataque de pánico.

Por otro lado, eh tenido todas las intenciones de llamarla para saber que iba a pasar con nosotros, como seguiría todo, si ella ya estaba más en calma o si estaba enfada conmigo, pero al mismo tiempo sé que ella preferiría tener su espacio para pensar y ver las cosas con perspectivas, por lo que con mucho autocontrol me eh detenido justo a tiempo cuando estoy a segundo de marcarle

En estos días para poder mantener mi cabeza ocupada eh ido empacando algunas cosas que no son esenciales, como vestimentas ms desabrigadas o mis libros de texto de clases, ya que por más que me hubiera gustado quedarme y terminar mi año académico aquí, no poder, pero por nostalgia me los llevare, tal vez me serán útil en algún momento. Dentro de lo que eh ido ordenando también eh encontrado algunas pertenecías a la chica de ojos esmeralda, como por ejemplo algunas sudaderas o libros o algún producto para esos días del mes, los cuales me han traído aún más nostalgia

Hoy por la mañana recibí una llamada del próximo monarca de Mónaco, en donde obtuve regaños de su parte por no haberle informado sobre esta circunstancia y también por no oponerme a la misma, sin intenciones de pelear con mi amigo solo lo escuché y le dije que no era el único que lo lamentaba

Ya entrada la tarde noche estaba recostado en mi cama dándole más vueltas a las posibilidades que tenía entre manos, pero nada encajaba como quería, porque podría ser egoísta y tener una relación a distancia con mi pelinegra, pero ella se merece mucho más que eso, también podría pedir quedarme, pero sería faltar a mi palabra, lo cual nunca hago, podría también fugarme, pero no sería correcto tampoco, asique quedaba en la misma situación pese a intentar idear una nueva forma de abordar todo

Frustrado por no saber que hacer decidí que tal vez lo mejor era ir a caminar un poco por el campus aprovechando que estaba casi vacío, asiqué tomando mi abrigo fui rumbo a la puerta

Mi sorpresa fue al abrir la puerta y ver del otro lado a la chica de pelo negro y ojos esmeraldas, inmediatamente dije su nombre para confirmar que no estaba alucinando por las pocas horas de sueño que había tenido en los últimos días. Logre confirmar que no era una ilusión cuando ella se lanzó hacia a mi pasándome los brazos por el cuello para abrazarme fuertemente

-Realmente estas aquí- dije cuando ya confirmé que no ella no era un producto de mi imaginación, con ello logre pasar mis brazos para atraerla aún más hacia mi – Pensé que estabas enojada conmigo – dije contra su oído ya que me daba miedo soltarla y que se fuera

- Jamás podría - me respondió ella logrando así sacarme un peso enorme que tenía sobre mis hombros, ella después de eso me beso – Perdón por no llamarte – dijo a centímetros de mis labios

Con esas disculpas me sentí aún peor porque si alguno de los dos tenía que hacerlo era yo, ella no había hecho nada mal, yo fui el tonto que pensó inútilmente que ocultarle la información era un bien

- Esta bien Nieves, necesitabas pensar un poco – le dije

Aproveché de pasar mis dedos por su cabello, parecía que estaba más corto, como el día en el que la vi por primera vez, justo por la altura de los hombros, también pude notar que por el frio tenía la nariz ligeramente enrojecida, logrando hacerla aún más hermosa, no podía creer todo lo que estaba pasando, realmente estaba enamorado de la chica frente

Ella también tenía su mirada puesta en mí, paso su mano por mi mejilla logrando darme leves caricias, las cuales, pese a ser un simple contacto logro relajarme a tal punto de cerrar por un momento mis ojos, en donde ella aprovecho para darme un rápido beso

- Te extrañe - dijo ella

- Ni te imaginas como yo a ti – fui totalmente sincero antes de abrir mis ojos, con lo cual pude notar un leve escalofrió en ella – Sera mejor que entremos, está bajando la temperatura – sugerí, pero no quería soltarla en ningún momento por lo que di pasos hacia atrás para adentrarnos a ambos en mi habitación

- ya adentro de la misma ella volvió a hablar – Te puedo pedir algo? - pregunto, yo quise contestarle con un Lo que quieras, pero me abstraje y solo asentí – Podemos olvidarnos de todo por estos cuatro días, permitirnos ser egoístas y vivir a concho cada segundo que nos quedé juntos – pidió

Al terminar esa petición confirmo ser totalmente perfecta para mí, porque nunca el ser egoísta había sonado tan bien, por lo que conteste

- Nada me haría más feliz princesita inglesa – dije y selle nuestros labios, porque jamás podre tener suficientes de ellos y menos ahora que tenemos el tiempo contado

Después de pasar un momento juntos besándonos nos separamos por falta de aire, quería decirle todo y a las ves nada, porque pese a mi gran cambio en estos meses, sentí como ese eros más retraído tímido e inseguro volvía a florecer en mi

Zoella tal vez vislumbro algo en mis ojos porque paso sus manos por mis mejillas y beso mi nariz, para después separarse y acomodarse en mi cama

- Hay una película que me recomendó Theo, creo que podría gustarte, ¿la vemos? - me pregunto

Ella claramente estaba intentando llevar las cosas como antes por lo que intente seguirle la idea acomodando el computador en la cama y recostándome junto a ella

La chica de ojos esmeralda se encargó de poner la película y se acurruco en mi pecho para estar más cómoda, yo pase mi brazo alrededor de ella para abrazarla, porque todo de mi me decía que no debo dejarla ir

Sinceramente me pase toda la película mirándola de reojo intentando encontrar algún detalle en su rostro al cual no le haya prestado atención en estos meses, ya que deseaba con todo mi ser grabar todos sus detalles en mi mente