Capitulo 60 (Zoella)

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Ayer después de irme de la enfermería me quede todo el día en mi habitación como me recomendó la enfermera, dormí prácticamente todo el día, desperté algunas veces gracias al sonido de mi teléfono pero decidí ignorarlo, ya que no tenia ganas de hablar con nadie o de salir de mi habitación

Hoy quiero irme por la misma decisión de ayer y aprovechare que es fin de semana, asique sin mas tome algunas cosas de mi pequeño refrigerador para después dejarlo en mi mesa de noche y no tener que levantarme para nada mas que ir al baño. Entre dormir y comer el día paso bastante rápido por suerte, pero claro no todo podía ser perfecto, ya que alguien tenia que venir a tocar mi puerta y molestar mi tranquilidad

- No quiero ver a nadie – dije alto desde la comodidad de mi cama

- Te aseguro que si me quieres ver a mi bella Zoella– dijo Stéfano desde el otro lado de la puerta – Vamos ábreme

- No quiero – dije y me tape mejor – Quiero estar sola

- Bella Zoella no me hagas sacar las armas secretas – advirtió el príncipe del otro lado de la puerta

- Haz lo que quieras, pero yo de aquí no me muevo – dije y me acomodé para otra siesta

No escuche respuesta de su parte por lo que supongo se rindió, es lo mejor, de verdad no quiero estar con nadie, ni tampoco quiero que me vean en este estado

- Esto es mas desastroso de lo que esperaba – dijo la voz de Stéfano, pero esta ves lo sentí mucho mas cerca que antes

- Como entraste? – pregunté sabiendo que ya estaba a mi lado

- Te dije tengo mis armas secretas – dijo y luego sentí el sonido de la puerta ser cerrada – Quiero saber desde tu lado de la historia que paso

- Para que si por lo visto Eros ya te lo dijo todo

- Porque siempre hay dos lados de la historia – dijo y rápidamente se cómodo del otro lado de la cama – Que clase de mejor amigo seria si no escucho tu lado de ella

- Te aseguro que no hay mucha diferencia, esta ves si la cague

- Si sabes que la cagaste porque no vas y se lo dices – pregunto mientras me acomodaba para darme un abrazo

- Porque no se bien lo que quiero y el montón de emociones que tenía en su momento hablo por mi – dije sincera correspondiéndole el abrazo

- Hablar funciona – dijo y empezó a acariciar mi pelo – Y que suerte tienes yo soy un excelente oyente – me animo

- No se qué hacer Stéf – empecé – Yo nunca permitía que se metieran conmigo, mis padres siempre me incentivaron el auto valorarme y no dejarme llevar por rumores o cosas de ese estilo, porque no vale la pena

- Y sientes que el dejar que te molesten, diga y hagan esas cosas que te hacen es desvalórate, verdad? – siguió el hilo y yo asentí – Y antes no permitías que te pasan por arriba – reflexiona las palabras que dije, dejando u momento de silencio entre los dos – Tal vez desde su punto hasta ahora se te olvido tu verdadero valor – sugirió después de un tiempo de reflexión

- No creo – dije – Mi familia siempre me dice mis talentos atributos y virtudes, mis amigos igual, tu y Eros también lo hacen seguido

- Muchas veces oímos las cosas que nos dicen, pero en realidad no escuchamos con atención – saco toda su sabiduría – Puede que escuches día a día lo hermosa que eres o inteligente o valiosa, incluso muchas cosas más pero si en tu interior no lo crees no vale nada que lo digan repetidas veces

- A veces sacas tu lado sabio – dije después de un tiempo reflexionando todo lo que dijo – Y qué hago entonces?

- No te puedo decir que hacer, porque eso va en ti – dijo y tiene razón no puede solucionarme la vida completa – Puedo darte concejos y tu ves si los usas o no

- Te escucho

- Yo primero trabajaría en recuperar mi auto valoración, ya que si yo no me valoro el resto no lo hará como merezco – inicio – Seguido de eso hablaría con mi novio, ya que no quisiera perder el tiempo, considerando que es incierto especialmente con Eros – eso es verdad – Y por último enfrentaría la fuente del problema, Abigail, tal ves hablando se puedan limar asperezas y terminar bien el año

- Supongamos que hago caso a tu concejos – dije – Como trajearías la autovaloración?

- No te puedo dar la respuesta a todo, pero puedo acompañarte en el camino – me respondió – Podemos pasar tiempo en tus lugares seguros, hablando un poco de lo que sientes, pero debes tener confianza en mi y hablar conmigo de lo que sientes o lo que te paso en el día

- Lugares seguros?

- Te gustan la naturaleza, las bibliotecas y cosas a si – dijo y asentí aun abrazada hacia él – A eso me refiero, podemos pasar tiempo en el bosque del internado o caminando por los alrededores del internado o en parques

- Harías eso por mí? – pregunte y levante la cabeza hacia su rostro

- Eres mi mejor amiga, claro que lo haría – dijo dándome una sonrisa, para luego besar mi frente

- Eres el mejor amigo que existe – lo abrace más fuerte – Si quiero arreglarlo – dije segura

- Entonces desde mañana empezamos – dijo y después me soltó para recortarse mejor con la espalda en el respaldo de la cama – Y ahora viene la mejor parte en donde comemos cosas chatarras para que mañana podamos hablar de muchos sentimientos y valoraciones – dijo mas feliz

- Sigo diciéndolo, el mejor amigo que puedo tener – dije feliz

- Una ultima cosa antes de iniciar nuestra maratón de comida – dijo y cambio su expresión – No se como preguntarlo asique de verdad perdón por el poco tacto – se disculpó de antemano y yo asentí aceptándolas – Como te sientes con lo que paso con Antón? – pregunto directamente

- No se bien como sentirme al respecto, no recuerdo prácticamente nada de lo que paso, pero según lo que dijo Eros, no fue nada bueno – dije honesta ya que desde ayer nada ha venido a mi mente – Sinceramente espero que nunca vengas esos recuerdos hacia mi

- Sabes que para lo que necesites yo estaré aquí – me aseguro

- Lo sé, por eso eres mi mejor amigo – dije y le di un beso ne la mejilla – Aprecio mucho tener un amigo como tu

- Un futuro rey que puede mover todo un ejército para salvarte

- Un amigo leal y real – le corregí – Aunque lo otro es un plus

- Feliz de ser útil – dijo feliz y después saco la comida de su bolso – Ahora si podemos seguir con el itinerario de la maratón de comida

- Nada me haría mas feliz que eso – dije con mejor animo

Dicho eso nos acomodamos mejor en mi cama, él saco las provisiones que había traído en su mochila y ya acomodados pusimos películas. Stefano logro totalmente cambiar mi día y estoy muy agradecida de tenerlo en mi vida

Zoella con Z de ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora