Capítulo 17: Descubrimientos, confesiones y decepciones.

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14 días después. Ubicación desconocida.

Los días eran cada vez más complicados de sobrellevar, Alba tenía 5 días que no venía y supongo que Kamila también. Pero eso no lo hacía más llevadero, la comida cada vez era peor y cada vez me costaba más vivir, estaba empezando a imaginar cosas, la falta de comida real me estaba afectando así que tuve que comer lo que ponían en mi plato, por muy asqueroso que se viera. Tuve que tomar agua y tratar de relajarme, pero no lo logré.

Cada día me sentía más débil y con menos ganas de vivir, quería que Alba llegara por esa puerta y me disparara como lo hizo con Aarón, así acabaría esta terrible tortura de una vez por todas.

No quería sufrir más, necesitaba respirar aire fresco, necesitaba sol, ver la luna, las estrellas, la lluvia. Nunca pensé decir que necesitaría tanto la lluvia como hasta este momento donde solo puedo pensar en lo maravilloso que se sentía al recorrer mi cuerpo, mis manos, mi cara.

Odio estar aquí y quisiera saber definitivamente ¿Por qué a mí? En qué momento me convertí en una opción para estar encerrada entre cuatro paredes sufriendo y haciéndome preguntas que no tenían respuestas.

14 días después. Departamento de Kamila.

Le dije al portero que principalmente a ti no te dejara entrar – Dice Kamila a Alba por primera vez en 5 días.

Te sorprendería la cantidad de personas que les impresiona mi dinero – Comenta sonriendo la mayor.

¡Muy bien compraste a otra persona! ¡Felicidades! Ahora largo, no quiero hablar contigo. – Habla la porfesora intentando cerrar la puerta

Yo si – Responde Alba evitando que la cerrara

Pues suerte – Y ahora si cerró la puerta en la cara de la directora, pero aun así Alba no se movió.

Kamila por favor, puedes tener tu ataque infantil otro día, necesitamos hablar – Comenta la mayor al otro lado de la puerta.

¿De qué? ¿De tu tercer asesinato? – Dice casi gritando para hacerse escuchar detrás de la puerta.

Kamila, yo no le disparé a Aarón. – Habla la mayor como si no fuera obvio

Así como no le disparaste a George o al Barón Von Kleist, pero bien te convenía que se murieran ambos. – Comenta acercándose a la puerta.

Déjame entrar y te cuento.

¿Tú mataste al Barón Von Kleist? – Preguntó mientras abría la puerta.

Te dije que no – Respondió la directora.

Kamila estaba a punto de volver a cerrar la puerta y tacón de Alba lo impidió – Mi abuelos huyeron de Alemania hace muchos años ¿Puedo? – Dice señalando el interior del apartamento, la exprofesora se mueve a modo de respuesta y cierra la puerta luego de que la mujer mayor entrara y se sentara en el sofá mientras sacaba un vino de su cartera - ¿Puedes buscar las copas?

¿Puedes continuar la historia? – Responde Kamila con otra pregunta.

Si traes las copas, continuo la historia

La menor llegó a los pocos minutos con las copas en la mano - ¿Entonces?

Entonces llegaron a México, a algún lugar de la frontera con Estados Unidos que suelo recordar poco por los malos recuerdos que me trae. Allí nació mi padre que nunca fue en realidad eso, él me tuvo con una mujer prostituta o eso me dijo siempre – Da un sorbo a su copa y continua – Que murió el día que yo nací, de alguna infección que casi llega a matarme también, pero no ocurrió.

OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora