OBSESIÓN

Epilogo: Volvió

Hoy. Restaurante. Hotel Mandarín Oriental. Nueva York.

¿Por qué este hotel? – No puedo evitar sonreír al escucharla hacer esa pregunta, yo pensé lo mismo cuando lo pisé nuevamente.

Protocolo real, ya sabes cómo son los marqueses – Respondo con obviedad.

Eres una mujer ya, ¿no? – Dice sin dejar de mirarme - ¿Qué fue de tu vida estos años?

No morí, eso es un avance.

Siento mucha culpa... - No la dejo terminar la frase cuando coloco la mano en su boca – No quiero escucharte hablar de Aarón, ya no Kamila.

No me digas Kamila, en realidad no soy Kamila. – Dice bajando la mirada y haciéndome con ello quitar la mano de sus labios.

¿Quién eres entonces? Porque a mí nunca, me dijiste quien eres en realidad KAMILA. – Comento sarcástica.

Ella solo sonrió estiró su mano hacia mí, como si era el primer día que la veía, que la conocía, como si nada había pasado – Alessia Camila MacQuoid Lordache – Dice sonriente.

Al menos en algo no mentiste...

Era imposible hacerlo Alba la conoce, Grignani realmente es el segundo apellido de mi madre. – Intenta aclarar.

Wow, eso mejoró todo gracias de verdad mi mayor duda siempre fue de donde sacaste ese apellido – Hablo con el mayor sarcasmo que consigo en ese momento.

La vida de Alessia es bastante más aburrida que la de Kamila. – Justifica

Es la segunda vez que escucho eso.

Valentia tiene completamente la razón, es supremamente aburrida como ella dice. A ver soy doctora en algún lugar de Milán, hice una nueva especialización porque ser forense no era la mejor opción ahora soy obstetra – No puedo evitar soltar una carcajada con lo que dice – Ya no te rías, tengo un hijo que le encanta el básquet y el boxeo, juego pádel los domingos, hago batidos verdes, troto por el vecindario...

Y estás casada...

Y estoy casada...si – Responde volviendo a bajar la cabeza.

Con María Pía Bernabeu – Digo ahora.

¡Vaya! ¿Estás bien informada? – Pregunta

Sus padres son amigos de los míos – Levanto los hombros para concluir la respuesta.

María Pía me engañó – Dice de la nada.

Pero volviste con ella.

¿Recuerdas cuándo me dijiste que a veces por miedo tomábamos las peores decisiones? – Solo logro asentir – No sabes todas las malas decisiones que he tomado en mi vida buscando libertad

¿Y la conseguiste? Porque yo no, creí que acostándome con Alba lo iba a lograr y pues ya sabes a donde me llevó. – Comento dando un sorbo a la bebida ya caliente en mi mesa.

¿Te gustó?

¿El qué?

Pues estar con Alba – Dice con obviedad

Supongo, tengo en realidad cero con que comprarlo – Respondo sincera-

Ya pasó algo de tiempo. – Dice sorprendida.

En los que me he dedicado a hacer felices a mis padres.

¿Y tu felicidad?

Ya habrá tiempo para eso. – Respondo resignada y sin poder evitar recordar las palabras de Aarón.