OBSESIÓN

Capítulo 6: Conversaciones con un Ángel

226 días antes. Manhattan. Una semana después del entierro de George + 1/2. Departamento de Anastasia.

Nunca les he contado donde vivo, ni como suelo vestir cuando no llevo el uniforme con la tonta falda azul. Hoy es viernes por la noche, después de las intensas emociones del jueves y la estrepitosa huida de la directora de la oficina, al fin no tengo que ir al Winsord por 2 días.

Hasta ahora me lo pregunto, no tengo ni idea de donde se metió Alba después del hecho, aunque según Kamila siempre estuvo en su oficina.

Vivo en uno de los sectores más exclusivos de Manhattan, no por mí, sino por mis padres. Mi vecina es una famosa diseñadora de modas Laros, Larus, Lortar; me rindo no lo recuerdo. Tal vez un par de productores y un cantante también. Mi apartamento está en la última planta de una gran torre, discúlpenme pero tampoco recuerdo el nombre, tengo una vista envidiable de la ciudad, lo admito. Vale mi casa no está mal, me encanta tanto que aún la conservo.

Recuerdo que les dije que vivía sola técnicamente, esa una verdad a medias (como muchas) pero no hagamos el cuento tan largo.

Theo es mi nana, se llama Theofila, es una mujer increíble de padres venezolanos. La conozco desde que vivo en Nueva York, ella nació en un pequeño condado de Texas.

Fue la mejor elección de nana que pude hacer, pero se había ido hace media hora y no me hizo nada para cenar. El delivery 24 horas, no tardó en responder pero mi ascensor privado no estaba funcionando, literalmente tenía mucha mala suerte ese día, casi tanta como Nemo.

Tuve que bajar a buscar una pizza en la recepción y la verdad por primera vez en 10 años el ascensor se abrió en alguna planta que no era la mía. La 16 tal vez, vamos al grano: ¿Recuerdan que dije que Kamila era millonaria? ¿Recuerdan la diseñadora cuyo nombre no recordaba? ¡PUM!

Mamá, puedo tomar un taxi - Dice Kamila entrando al elevador y cuando me vió se congeló. Literalmente, como con un Petrificus Totalus de Harry Potter.

¿Tú eres la Baronesa del Penthouse? ¿Cierto? - Dice la señora diseñadora cuyo nombre no recordaba, alias la madre de Kamila, eso sí me lo grabé.

Sí, yo -Digo casi ignorando a Kamila - Soy yo, sí.

Estaba por ir a recepción a que te llamaran, soy Lorena Lordache -Dice extendiéndome la mano -Tu madre, te encargo un vestido para acción de gracias, pero olvidó darme tu contacto, necesito las medidas para confeccionarlo.

Ehhh yo voy a buscar ehhh -Balbuceé un par de palabras como pude y Kamila no pudo evitar reí mientras lo hacía, respire profundo, pensé y al fin respondí - Voy de salida, tengo que buscar algunas cosas. - Concluyo con una sonrisa falsa.

Mi hija también, ella te puede dar mi número.

Claro, seguro me lo da señora, Lordache - Y el apellido se grabó en mi mente como un tatuaje en mi piel, aquel KGL significaba: Kamila Grignani Lordache.

Día 1.Ubicación desconocida.

Siempre me encantó vestir de Lordache - Dice una voz a mi espalda - Siempre voy a recordar la primera vez que te vi con este traje, aunque te ves mejor sin él.

Sus manos tocaron mis brazos por toda su longitud, hasta llegar a mis hombros y entrar por la abertura del traje que llevaba, para deslizarlo hasta quitármelo.

No importa cuando me guste. Es mucho mejor que te pongas algo más, cómodo... - Dice con su sonrisa más grande que antes, mientras me libera de brazos, boca y ojos para que pueda vestirme - No me voy a ir, así que no lo hagas rápido, quiero verte.