171 días antes. Hotel Mandarín Oriental. Nueva York.
Mi cabeza era un mar de confusiones no entendía nada, mucho menos que hacía en este hotel, en esta cama desordenada, a medio vestir, no hice nada más que llorar y llorar hasta que Nicolás Cartagena entró por la puerta de la suite ya vacía y de sus labios sale un doloroso:
Dime por favor que llegué a tiempo. – Levanté la mirada nublada y lo vi.
Tenía muchas heridas, sangre por todos lados. La camisa rota y llena de un montón más. Era como una pesadilla que se estaba haciendo realidad. Supongo que tenía un dolor muy grande, porque se acostó a mi lado y solo repitió. – Dime por favor que llegué a tiempo.
Lo siento, Nico, no lo sé. – Logro decir antes de abrazarlo al verlo caer desmayado mientras comenzaban a llegar otros guardias de seguridad de mis padres (A excepción obviamente de Antom) y la policía.
Nico y Felipe fueron mis primeros guardias de seguridad, los conozco desde que vivo la diplomacia, son muy importantes para mí. Pensar en que les pudieron hacer algo por mi culpa, me hace sentir mucho peor de lo que ya estaba.
¿Dónde está Felipe? – Pregunto a Robert, el jefe de seguridad de mi tía Victoria a penas lo veo entrar. – Felipe está en el quirófano señorita. Él, Nicolás y otra joven que los acompañaba se volcaron a pocos metros de este hotel. Ambos están graves y Cartagena no está del todo bien. – Lo escucho decir mientras veo como suben a Nico a una camilla totalmente inconsciente. – Pero no dejó de insistir en venir aquí y ver que usted estuviera bien.
¿Quién era la otra persona? – Le pregunto mientras intento buscar las prendas de mi ropa.
La identificaron como Kamila Grignani, era su profesora. – Detengo lo que estoy haciendo de la sorpresa.
¿¡QUÉ!? ¡Llévame con Kamila, necesito verla! – Comienzo a vestirme desesperada.
Aquí nadie va ir a ningún lado. – Dice una voz en ese momento poco conocida para mí, pero que se convirtió en una verdadera pesadilla de ahí en adelante. – Mi nombre es Raquel Adams y soy la oficial a cargo del caso.
¿Recuerdan la oficial ternuritas?
171 días antes. Centro Hospitalario Bellevue. Nueva York. Recepción.
Una desesperada Alba llega a la recepción del hospital luego de escuchar la colisión en los mensajes de su buzón de voz, se siente culpable y herida pero más culpable.
Por favor señorita me puede dar información de Kamila Grignani. – Comenta acercándose a la empleada que tiene el registro en su computador.
Revisó y lógicamente Kamila Grignani no estaba.
Ehhhh no hay nadie registrado con ese nombre, disculpe señora. – Responde la muchacha apenada.
Si, si lo siento MacQuoid. – Dice Alba intentando recomponerse.
La señorita MacQuoid acaba de salir del quirófano y se encuentra en la UCI. Planta 6. – Finaliza la recepcionista.
171 días antes. Centro Hospitalario Bellevue. Nueva York. Recepción.
Al llegar al lugar mencionado, la preocupación de la directora no dejaba de aumentar. Pensar en que Kamila podía morir en cualquier momento solo traía pesadillas a su mente.
¿Kamila? – Dice Alba pensando que alucina por ver a Kamila frente a ella, de pie sin un solo rasguño y más bella que nunca. – Estás bien. – Intenta acercarse pero la detienen las manos de un hombre un poco más alto también MUY parecido a su amante.
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OBSESIÓN
RomanceYo no sé cómo mi perfecta y normal vida terminó convertida en lo que es hoy. ¿Cómo comenzar? Hablando de lo que era. Me llamo Anastasia Sofía Llamas-Aragón de Henestrosa y Santillán, tengo 17 años, estoy en último de secundaria, soy novia del mejor...