OBSESIÓN

Capítulo 7: Camino al matadero

225 días antes. Manhattan. Una semana después del entierro de George +2. Departamento de Anastasia.

Necesito que te calmes - Dice también en un susurro sobre mis labios - No dejes que gane, esto es lo que ella quiere

Toma su celular. - Alba hablamos mañana, estoy con Lorena y sabes que mi mamá tiene la habilidad de descubrirlo todo. - Termina diciendo en un tono bastante molesto para ser de Kamila, sin dejar de tomarme la mano.

No la vi, pero estoy segura que en ese momento se rió de nosotras hasta que se cansó con lo que acababa de decir mi profesora.

Kamila, te recuerdo que tengo 38 años no 26 como tú, sé que estas con Anastasia y no lo tienes que ocultar. Me encanta. - Pronunció con ese tono de voz tan ella que parece que lo invento.

Kamila me ve, noto la molestia en sus ojos y solo dice para concluir en un tono duro. - Hablamos mañana.

Escucho al otro lado de la línea un ¿Mañana? En forma de pregunta y solo veo a Kamila colgar, para no pensar en el problema que se le venía y solo sonrió ante esto tratando de calmarme.

Casi a los segundos su teléfono volvió a sonar mostrando en la pantalla: "Alba (Directora)"

¿Te vas a meter en problemas con Alba por mí? Mejor responde, está bien. - Digo desviando la mirada del aparato frente a nosotras.

Da igual - Dice tomando el móvil y apagándolo - Le dijiste "Puta loca" en su cara y me dejaste ahí ¿Recuerdas?

Lo siento - Digo cubriendo mi cara por la vergüenza con lo primero que encuentro que en este caso es una almohada.

Está bien -Dice quitando la almohada descubriendo mi cara - No fue muy difícil contentarla. - comenta sonriendo.

Idiota -Digo lanzando mi almohada a su cara.

Vamos a dormir. - Comenta tomándome por sorpresa en todos los sentidos, mientras me tomaba y me colocaba sobre su pecho. Así, con un pantalón corto y un suéter universitario, en la alfombra de mi sala de juegos, con la luz led tenue encendida, muy lejos de mi costosísima cama; con el pecho de Kamila como almohada me dormí.

Pensando que el mundo era perfecto y que Alba Von Kleist no existía.

225 días antes. Manhattan. Una semana después del entierro de George +2. Departamento de Kamila.

¿Qué quieres? - Contesta Kamila a la sexta llamada de Alba en lo que va de mañana.

¡Vaya! Pasas una noche con Anastasia y contestas así el teléfono.

Alba, tengo cosas que hacer ¿Qué quieres? - Dice Kamila en un tono rudo.

Verte. - Comenta Alba con una gran sonrisa.

Hoy no puedo, nos vemos mañana - Dice mi profesora colgando la llamada.

Vaya lio en el que metí a Kamila.

225 días antes. Manhattan. Una semana después del entierro de George +2. Departamento de Anastasia.

Desperté sobre el sofá, ya no había cajas de pizza o latas de cerveza por toda la estancia. Había un delicioso desayuno y una nota al lado que ponía:

Me hubiese encantado verte despertar, pero no quería ponerte en peligro, Lorena suele salir los sábados a ejercitarse.

Descansa, mañana tienes que tomarte las medidas en casa de mi mamá.

Prometo hacer el lunes el mejor día posible, con respecto a Alba.

Te quiero, Kam.

Al día siguiente fui a casa de Lorena, escogí un traje a la medida y no un vestido porque la verdad estaba un poco cansada de usarlos. A veces me arrepiento mucho de haber tomado esa elección.