What about the glasses? - KookTae ♡︎

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Kim estaba en su hora de comida en la clínica, charlando con su mejor amigo.

-¿Crees que deba pedírselo en su cumpleaños, Chim?- Cuestionó el rubio.

-Por supuesto, sería estupendo.- Aseguró el pelirosa.

-Tengo miedo, ¿y si dice que no?

-Por favor, Tae; están viviendo juntos, se aman casi tan intensamente como Yoonie y yo,- Bromeó.- además, él dio el primer paso al pedirte ser novios, no pierdes nada con intentarlo.

-Tienes razón, Chim... Pero, ¿me ayudarás a conseguir un modelo lindo?- Cuestionó sonriente.

-Por supuesto que sí, sabes que tengo los mejores gustos.- Dijo con una graciosa mueca, tratando de lucir presumido, logrando una risa por parte del contrario.

-Gracias por ser mi mejor amigo, ChimChim.- Musitó Tae, conmovido.

-Oh Dios, vas a hacerme llorar.- Bromeó mientras se secaba falsas lágrimas.- Sabes que no puedo estar más agradecido con la vida por darme la oportunidad de haber conocido a ese castañito tonto que se cayó frente a la puerta de la casa de mi abuelo, - Se burló.- esas cosas no se olvidan.

Kim sonrió en grande ante el recuerdo más importante de su niñez, cuando por ir jugando y saltando en las escaleras de las casas por las que pasaba de camino a la escuela tropezó en una casa en específico. Jimin se encontraba en el hogar de su abuelo ese día, así que al creer que tocaban la puerta tras el sonido que Kim provocó al chocar fue a abrir, notando que era un castañito que lloraba de dolor en las rodillas y de vergüenza por haber sido descubierto, desde entonces se dieron cuenta de que irían a la misma escuela y se hicieron literalmente inseparables.

La vida siempre se encarga de colocar en tu camino a las personas correctas.

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Primero de septiembre.

Taehyung despertó primero, mucho antes de que la alarma resonase por todo su hogar.

Sonrió al ver completamente dormido a su novio, el azabache tenía la boca ligeramente abierta, así que Tae se interpuso la tarea de amasar sus bonitas mejillas lo más que pudiera, acción que obviamente despertó al menor.

-¿Qué haces, cariño? ¿Ya es hora de despertarnos?- Cuestionó desorientado.

-Para nada, es sólo que sentí que debía aprovechar tremenda oportunidad.- Bromeó.- Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido novio, feliz cumpleaños a ti.- Canturreó mientras dejaba besitos por toda la cara ajena.

Jeon sonrió completamente enternecido, se sentía amado.

Esa día se celebraría con una cena en casa de la señora Jeon, todos sus amigos y el señor Kim estarían ahí, ¿acaso el día podía mejorar?

-Gracias, amor.- Murmuró mientras se acercaba aún más a Kim, besándolo lentamente.- Amo que te las arregles para hacerme feliz con cualquier cosa que hagas.

-Créeme, realmente amo verte feliz, con cada fibra de mi ser.- Ambos se sonrieron, se abrazaron, permanecieron así hasta que el estridente sonido que los despertaba cada mañana se hizo presente.- Vamos, hoy yo te prepararé el desayuno, quiero consentirte.- Besó la frente de su chico y se levantó.

Jungkook estaba enamoradísimo, ¿era posible que tanto amor no lo hubiera hecho explotar todavía? Darse la oportunidad de amar más allá de cualquier estereotipo fue la mejor decisión de su vida, estaba seguro.