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Era el gran día: ¡Irían a comprar los trajes! Bueno, para Jimin era el gran día, pues no era únicamente uno de preparativos cualquiera, ¡comprarían los trajes para la boda de su mejor amigo! Park parecía una especie de colibrí yendo de un lado al otro rápidamente con la ayuda de unas pequeñas y dinámicas alas.

—Jimin, mira este.— Señaló el rubio a un esmoquín que constaba de chaqueta blanca con solapas, pantalón y corbata de lazo todos en color negro, el cual yacía sobre un aparador.—¿Qué opinas?

—¿Qué opinas tú?— Respondió el pelirosa.

—¿No ibas a escoger los trajes?— Cuestionó un tanto confundido.

—No, mi amigo, yo vine a acompañarte y dar mi humilde opinión. Es tu boda, elige los que quieres usar en el día más feliz de tu vida.—Dijo Park, tomándolo de los hombros y dándole una sonrisa tranquilizadora.— A mi parecer esos serían perfectos.— Aseguró.

Kim lo miró un poco inseguro, pero al final aceptó y entró a verificar si le quedaría bien.

—Dios, se verán tan tiernos con el mismo esmoquín.— Aplaudió el pelirosa, conectando miradas a través del espejo con su amigo.

—¿Luzco bien?— Preguntó dándose la vuelta e intentado mirarse por la espalda.

—¿Bien? Ese adjetivo se queda corto.— Sentenció el mayor con una sonrisa.— Si te soy honesto creo que es una buena elección para que uses, a Jungkook obviamente le quedará bien también, ambos se verán de maravilla.

—De eso tengo miedo, no quiero decepcionar a Kookie con lo que elija.— Musitó algo cabizbajo.

—Tae, si Jungkook no confiara en tus gustos ¿crees que te habría dejado la tarea de escoger el traje que ambos van a usar?— Cuestionó levantando una ceja y caminando hacia el pequeño banquillo que había en la habitación.

—Bueno, él luciría bien incluso con un saco de patatas, y dices que me veo genial, así que lo llevaremos.— Decidió el más alto, yendo al vestidor para sacarse el traje.

—Ese es mi amigo el seguro.— Sonrió el pelirosa.

Llamaron a la señorita y pidieron que se les entregaran dos piezas de ese esmoquín, dando los talles de los prometidos.

Tae sólo esperaba que todo saliera como imaginaba.

...

—¿Qué opinas? ¿Londres o París?- Cuestionó el azabache.

—Mmm, te recomendaría que escogieras lo más cliché, así será fácil impresionar.— Comentó Yoongi.

—No, sería fácil impresionar con algo inesperado.— Contradijo Namjoon.

La verdad es que Jeon había estado trabajando arduamente, incluso unas cuantas horas extras para poder costear un viaje de una semana a algún país europeo, todo como regalo de bodas y luna de miel, su Tae lo merecía. La cuestión era ¿a dónde ir?

—Piénsalo bien, deberá ser algo especial para ambos, algo que les haga recordar eternamente lo que fue su preciada primer semana como esposos.— Opinó Seokjin, haciendo diversos ademanes para dar énfasis a lo que decía.

—Estoy seguro que aunque fuera una noche bajo un puente lo recordarán.— Refutó una vez más Namjoon.

—Se supone que estás en contra de Yoongi, no en la mía.— Se quejó el mayor, cruzándose de brazos.

—No estoy en contra de nadie, amor.— Aseguró el de hoyuelos.— Es sólo lo que yo opino.

—Pues deberías irlo meditando para quizás nuestro matrimonio.— Comentó Seokjin mientras se revisaba las uñas con fingido interés.

What about the glasses? - KookTae ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora