ᴡɪꜱʜɪɴɢ ɪ ᴡᴀꜱ [ᴛ. ʀɪᴅᴅʟᴇ]

9. Trying an agreement

«—No estoy a su merced.—»

Semanas después.

Maratón 2/3

Tom.

Habían transcurrido semanas sin que pudiese dejar de pensar en ella, o siquiera hablarle. No sabía cómo volver a acercarme, si lo haría bien o sólo debería dejar en claro que sólo sería algo físico—sexual.

Aunque, ¿de verdad solo quería eso?.

Sabía que estaba saliendo muy seguido con el Hufflepuff Sprout, lo cual me hacía querer estrangularlo donde él estuviese.

Para ser sinceros, no había vuelto a tener intimidad con alguien más desde esa última vez, porque la necesitaba conmigo. Frustrado de todo, decido escribir una nota. No tardo mucho en hacerlo y ahora dirigirme a la lechucería para enviársela.

(***)

Elennor.

—¡Ahh!.—grita Barty, no es novedad, siempre grita.—¡Joder Elennor! Tu lechuza casi me saca un ojo.

Una risa se escapa de mí, mientras el vanidoso Crouch se dirige al espejo para cepillar por milésima vez su cabello. Una lechuza marrón oscuro ha entrado a la habitación de Zahed, en la que estamos tanto Regulus, Corie, Barty, Andrómeda y en efecto, yo.

Me acerco a ésta, es demasiado bonita, entrego un poco de alimento a la misma y lo acepta gustosa. Trae una nota en el pico, está sellada con la marca de…

T. M. Riddle.

Suelto un suspiro y decido tomararla antes de que alguien más ponga atención en lo que hago.

“Tempest, es poco común de mi
parte esto; sin embargo me he
encontrado contrariado por un
hecho, debo admitir que deseo charlar
con usted de algunos puntos.

La espero en mi oficina esta tarde, 4:00 P. M.

T. M. Riddle.”

—¿Qué querrá?. —susurra Corie a mi lado, doy un respingo por su repentina aparición. Ella suelta una pequeña pero audible risa.—¿Irás Elle?.

—No colocó nada más, realmente tengo poco ideal de asistir.

—Lo dejo a tu criterio de Slytherin, Elle.—musita, para después devolverse a con Reg.

Me alegra que sigan saliendo, al parecer las cosas pintan muy bien entre ellos, y sin pensarlo seguro terminarán juntos. En mi mente se planta la idea de ir, así que opto por lo contrario no hacerlo.

Dudando, pues no sé realmente si me está hablando como profesor—alumna, o como lo que pasó esa noche.

(***)

6:00 P. M. Mismo día.

Ya había transcurrido dos horas desde lo citado, y sin sentimiento alguno de querer ir, o remordimiento alguno de no haber ido, decido salir hacia la cocina del colegio, cerca de la sala común de Hufflepuff.

Debo admitir que muchos estudiantes—incluyéndome—le hemos tenido envidia a los tejones, sus almuerzos son más deliciosos sólo por estar cerca de la cocina, lo cuál luego mucho nos importa.

Algo vago, pero para nosotros importante. Una vez cerca de la cocina, el profesor Riddle aparece con dos niños de cuarto año, decido dedicarle una corta mirada y seguir con mi camino.