BEHIND CLOSED DOORS 1 | DRACO MALFOY ✓

𝟑𝟐. 𝐎𝐔𝐓 𝐎𝐅 𝐀𝐋𝐋 𝐏𝐄𝐎𝐏𝐋𝐄

AnnaLeigh Moore.

—Scorpius...

—¡M-mi ex y mi padre! No, no, oh Dios mío.—hizo un ruido de arcadas cuando miré a Draco y me encogí, ¿qué diablos íbamos a hacer?

—¿Dónde está mi varita, Anna?.—Preguntó Draco mientras volvía a mirarlo.

—No podemos simplemente lanzar un Obliviate, Draco-

—Oh, joder, lo llamas Draco, no puedo hacer esto ahora mismo, ¡¿cuánto tiempo llevas follándolo?!.—Preguntó mientras sentía que mi garganta se apretaba.

—Eso no es asunto tuyo, Scorpius.—dijo Draco con calma mientras se cruzaba de brazos. ¿Cómo está tan jodidamente calmado en este momento?

—¡No es asunto mío! ¿Quién sabe esto?.—Pasó una mano por sus mechones rubios y su labio inferior.

—Solo unas pocas personas, no es como si fuera ilegal, Scorpius.—dije mientras ponía los ojos en blanco, estaba siendo un poco dramático.

—¡ESO NO LO HACE MENOS ASQUEROSO!.—Espetó mientras yo retrocedía. Draco me miró a mí, luego a Scorpius y suspiró.

—¿Por qué estás tan sorprendido en este momento? ¡Me trataste como una mierda Scorpius y solo esperas que esté colgada de ti para siempre, espera hasta que termines con Bonnie y luego te llevaré de regreso!.—Di un pequeño paso hacia él.

—¡No esperaba que siguieras adelante con mi padre, Annaleigh! ¡De todas las personas que elegiste, elegiste a mi maldito padre!.—Gritó Scorpius, su piel rompiendo una gota de sudor.

—Tu padre es un hombre mejor de lo que jamás serás, especialmente en las sábanas.

—Comenzó justo antes de que la engañaras. En realidad, nada sucedió hasta después de que rompiste con ella, pero la tensión comenzó antes de eso.—explicó Draco mientras deslizaba mi mano en la suya. No estaba avergonzado de nuestra relación, solo... era cauteloso.

—¡Eres una puta!.—Murmuró Scorpius. solté la mano de Draco y dio otro paso hacia él.

—Probablemente me arrepentiré de esto, pero carajo, se sentirá bien.—me reí cuando mi puño chocó con la mejilla izquierda de Scorpius. Agarró la herida y cayó hacia atrás.

Draco jadeó y tiró de mí hacia atrás cuando Scorpius se puso de pie y tropezó hacia mí.

—Maldita perra.—Draco se paró frente a mí y le dijo a Scorpius que retrocediera.—¡Ella solo me golpeó, padre!

—Te lo merecías para ser honesto hijo.—Draco se encogió de hombros.

—Estaré con Bonnie.—espetó Scorpius mientras salía de la habitación y cerraba la puerta de golpe.

—Esta casa es vieja y si sigue golpeando las puertas se derrumbará.—Draco puso los ojos en blanco, ese tono de papá en su voz me hizo reír antes de tragarme el nudo en la garganta.

—Draco, ¿qué diablos vamos a hacer?.—Pregunté mientras salía de detrás de él y miraba hacia él.

—Todo va a estar bien. Tenías razón, no es ilegal y ya no trabajo en la escuela, ¿correcto?.—Puso sus manos sobre mis hombros mientras me calmaba.

Él estaba en lo correcto. No había nada de malo en lo que estábamos haciendo, excepto que era un poco extraño: estábamos cien por ciento bien. No podíamos ocultar esto para siempre, amaba a este hombre y me enfermaba tener que reprimirlo.

—Sí, tienes razón.—Respiré hondo y sostuve mi mano en la de Draco.

—Ahora bajemos las escaleras y miremos a todos porque no hay ninguna posibilidad en el infierno. Scorpius no le dijo a nadie— bueno, a Zent de todos modos.—dijo Draco mientras me guiaba fuera de la habitación y de regreso al comedor.

Estaba bien, todos allá abajo ya lo sabían excepto Zent y realmente no me importaba lo que tuviera que decir.

Entramos al comedor tomados de la mano y Scorpius no estaba por ningún lado. Así que realmente fue con Bonnie, gracias joder.

—¿Por qué están tomados de la mano?.—Zent nos miró completamente desorientado mientras yo miraba a Draco y él se encogió de hombros.

—Estamos juntos, es mejor que no lo ocultemos más.—dijo Draco mientras me daba un suave apretón tranquilizador en mi mano.

—¿¡Qué!? Papá, el joder—

—El lenguaje, Zent.—dijo el Sr. Zabini, ya que no parecía sorprendido en absoluto, quiero decir que ya lo sabía y sabía que iba a salir a la luz a todos de una forma u otra.

—¡Awww chicos, es como oficial ahora!.—Kehlani chilló mientras se levantaba de un salto y me abrazaba, empujando a Draco en el proceso.—Podrías ser su abucheo, pero yo soy su mejor amiga y no tendré miedo de hechizarte.—enfureció a Draco mientras él se reía entre dientes.

—Siéntate, el postre vendrá pronto.—dijo Draco mientras Kehlani me soltaba y volvía a sentarse en su lugar. Volví a ocupar mi lugar mientras los elfos salían de la cocina con mini platos de plata en la mano.

—Será mejor que nos vayamos, es tarde.—dijo el Sr. Zabini mientras se levantaba del sofá de la sala con Zent. Después de la cena, todo fue una charla tranquila mientras tomamos una copa de vino. Draco y el Sr. Zabini estaban charlando, yo estaba hablando con Kehlani y Draco, Zent estaba solo marcando lo que fuera que su padre estaba diciendo o haciendo.

Todavía era incómodo estar con el Sr. Zabini y conmigo, incluso después de que salimos. No sé qué fue, tal vez fue el hecho de que me vio desnuda, no podía tener ni idea.

Draco y yo estábamos acurrucados en un sofá, sin una molestia en el mundo ahora que todos los que nos importaban lo conocían. En cuanto a Albus y Tiffany, les dolerá un poco, no les dije en primer lugar, pero les diré.

—¿Quieres quedarte?.—Draco susurró en mi oído mientras colocaba un beso en mi sien.

—¿Quedarme? ¿En serio?.—Le respondí en un susurro mientras él asentía.

—Podrías también. Todo el mundo lo sabe y Scorpius probablemente esté con Bonnie en este momento.—sonrió contra la piel de mi oreja mientras asentía levemente.

—Lani.—susurré y grité mientras volvía la cabeza.—Me quedaré aquí esta noche con Draco.—sonrió y asintió con la cabeza.

—Diviértete amor y no te preocupes por papá, él vendrá.—susurró ella. Ella debe haber notado que lo miré toda la noche. Se levantó del sofá para unirse a su padre.—¡Bien, vamos!.—Agarró a su hermano por el cuello de su camisa y tiró juguetonamente hacia la puerta mientras él soltaba un grito de protesta.

—Ustedes dos.—El Sr. Zabini negó con la cabeza mientras los seguía por la puerta.

—Estamos solos, ¿qué quieres hacer ahora?.—Preguntó Draco mientras me levantaba del sofá y me arrancaba la camisa. Mi piel de la tarifa brillaba en la suave luz naranja de la cálida chimenea mientras me enfrentaba a Draco.

—Tengo algunas ideas en mente.