BEHIND CLOSED DOORS 1 | DRACO MALFOY ✓

𝟒𝟒. 𝐇𝐄𝐀𝐑 𝐌𝐄 𝐍𝐎𝐖

AnnaLeigh Moore.

PRIMERO DE ENERO

—No puedo creer que todo esto haya pasado.—suspiré mientras me sentaba en la cama de Draco. Dejando escapar un suspiro, ni siquiera sabía que estaba conteniendo.

—Para ser honesto. Me alegro de que lo haya hecho porque ahora nunca podrás dejarme.—bromeó Draco mientras empujaba ligeramente su costado.

—Como si quisiera de todos modos.—Negué con la cabeza.—¿Le has dicho a Scorpius?.—Le pregunté nerviosamente. Lo odiaba, de verdad lo hacía, pero siempre me encontraba preocupándome por lo que tenía que decir, no porque eso me detuviera de todas formas.

—Lo he hecho.—Draco asintió con la cabeza.—Se está quedando con Bonnie por el momento.—dijo mientras asentía y me empujaba hacia el colchón. A pesar de que no mostraba nada, seguía siendo cauteloso en cuanto a cómo me movía.—No quiero que te estreses por él.

—Lo sé.—exhalé cuando Draco asintió y colocó su mano sobre la mía que descansaba sobre el edredón de la cama.

—¿Té?.—Preguntó mientras mis ojos se abrían, sentí que se me hacía agua la boca al pensar en ello.

—Por favor.—sonreí mientras besaba mi sien y se marchaba hacia las escaleras. Cuando la puerta se cerró suavemente, suspiré y cerré los ojos por un momento.

Nunca en un millón de años pensé que aquí es donde estaría en este momento de mi vida. Embarazada del amor de mi vida. Siempre pensé que estaría en la escuela de medicina después de graduarme de Hogwarts. No esperaba ni siquiera pensar en los niños hasta que tuviera al menos 25 años.

La graduación de Hogwarts es en 3 meses. Finalmente estaría libre de esa escuela y comenzaría mi vida.

—Aquí.—dijo Draco mientras me entregaba con cuidado la taza de té.

—Gracias Draco.—sonreí mientras lo colocaba suavemente sobre la mesita de noche.

Draco me miró fijamente mientras se sentaba a mi lado en la cama. Nunca pude decir lo que estaba pasando por su mente. Ha habido tantas veces en las que me había dejado fuera y había levantado esa pared que no bajaba, tantas veces que simplemente se rompía.

Nuestro posible futuro comenzó a jugar en mi cabeza mientras sonreía. Todo lo que Draco y yo habíamos pasado y aún seguíamos tirando. Si fuera Scorpius estaríamos listos desde el primer momento.

Cursi, lo sé, pero me di cuenta de que todo lo que decía Kehlani era verdad. Lo que Draco y yo tenemos es real, no importa cuánto estemos en desacuerdo y cuánto discutamos porque al final del día todavía descanso mi cabeza junto a la suya, al final del día todavía me encuentro diciéndole cuánto lo amo antes de que se apaguen las luces.

Miro mi estómago y sonrío. No estabas destinado, oh no. No fuiste planeado, joder no. Pero eso no impide que ninguno de nosotros te ame menos. Acaricié el contorno de mi torso mientras Draco colocaba una mano en mi estómago.

Lo miré mientras él sonreía con satisfacción.—¿Puedo?.—Dijo señalando mi estómago.

—Draco ellos ni siquiera-

—Por favor.

—Bien.—rodé mis ojos y me reí entre dientes mientras se mordía el labio inferior y se agachaba hacia el vientre.

—Hola.—dijo mientras yo reía, su cálido aliento bailando sobre la piel clara.—Lo que seas, niño o niña. Te amaré más que a nada.—Sentí que me lloraban de nuevo.—Tu madre ha estado en el infierno y volvió por ti y ella ni siquiera lo sabía. Sé que tu hermano se ha ido pero ya puedo decir que eres fuerte porque eres el que vivió, el una vez que se quedó.

—Draco.—lo miré con asombro mientras él retrocedía y plantaba un beso en mis labios.

—Y amo mucho a tu madre.—sonrió mientras yo golpeaba su pecho.

—Tengo hambre.—me reí mientras empujaba a Draco y me ponía de pie.—No he comido por un tiempo.

—¿Perdón qué?.—Draco enarcó una ceja mientras yo cerraba la boca.

—¿Qué nada?.—Pasé junto a él como si no dijera nada.

—AnnaLeigh- no te atrevas a alejarte de mí.—dijo mientras daba pasos hacia mí. Me reí y comencé a correr escaleras abajo, sus pasos aumentaron mientras corría.

—¡Draco!.—Solté una risita mientras doblaba una esquina, casi resbalándome en el tapete mientras corría más adentro de la casa.

—¡AnnaLeigh Moore, detente ahora mismo!.—Gritó cuando lo sentí justo detrás de mí. Si extendía los brazos, me agarraría y lo sabía.

Corrimos un poco más antes de que me agarrara por la cintura y me sentara en el sofá de la sala de estar. Risas incontrolables se escaparon de mi boca mientras enterraba mi cabeza en el cuello de Draco.

Su olor siempre era reconfortante. Desde que dejó de fumar, había adquirido un aroma terroso. Me di cuenta cuando entró en una habitación sin siquiera mirar.

—Eso fue tan innecesario.—dijo Draco, sin sonar en lo más mínimo pero sin aliento.

—Eso fue divertido. No estoy en forma.—resoplé mientras Draco se reía.

—No eres incapaz, mi amor. Estás embarazada.—dijo mientras rodaba los ojos y levantaba la cabeza para que mis ojos se encontraran con los suyos.

—¿Estás seguro de que quieres esto?.—Le pregunté seriamente mientras su expresión vaciló por un momento.

—Nunca en un millón de años hubiera imaginado que esto sucedería, pero eso no significa que no lo quiera menos.—dijo.

—Esta es una gran responsabilidad, Draco. Esto no es una mascota, este es un niño, nuestro hijo.—dije mientras él solo sonreía.

—Exactamente es 'nuestro' hijo y no lo cambiaría por nada del mundo.—me besó en la frente.—Sé que esto no será fácil para ti pero te prometo que estaré aquí en cada paso de el camino. Cada náuseas matutinas, cada vez que necesitas un masaje en los pies porque te duele la espalda—Me reí.—Todos tienen cambios de humor y antojos extraños. Como debería haber sido para Astroia. La cagué, pero te prometo que no voy a joder esto.

Sonreí tristemente mientras él suspiraba.—Hiciste lo mejor que pudiste Draco. Nunca te castigues por la forma en que resultó. Sé que vas a ser el mejor y nunca lo dudé ni por un segundo.

—La respuesta es sí. Quiero esto. Más que nada, quiero esto contigo. Quiero estar contigo. Me alegro de que esto haya pasado entre nosotros y otra vez... no lo cambiaría por nada del mundo.