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🍂Erika, Domingo🍂

Terminé de almorzar y limpié todo lo que había usado para cocinar y comer.

Mamá hoy lamentablemente volvió a trabajar hasta la noche pero por otra parte me alegro porque con Tomás vamos a ir a merendar a no se donde y si ella estuviera acá en casa tendría que darle explicaciones y no es algo que tenga ganas de hacer.

Cuando terminé de hacer todo iba a ir a mi pieza pero el timbre de la casa sonó.

Fui hasta la puerta y la abrí para ver quien era, esta vez se encontraba un chico distinto pero bastante parecido a Lucas.

-hola, ¿cómo estás? Vine a traerte lo que mi hermano te pidió ayer- me extendió la bolsa de azúcar y sonreí levemente.

-hola, gracias... no había apuro igual.

-tranqui, lo qué pasa es que yo ayer no estaba y Lucas es muy vago como para ir hasta el almacén- solté una risita y él igual.

-está bien, cualquier cosa a las órdenes.

-Gracias, vos cualquier cosa nos pegas el grito y nos tenes acá eh- asentí sonriendo- soy Tomás por las dudas, pero me dicen Troca.

-yo me llamo Erika...

-bueno, nos vemos- saludó con la mano y se dio vuelta para ir a su casa.

No se por qué pero con estas personas me siento segura, es como si ellos me estuvieran protegiendo, ademas son muy distintos al tipo de gente que conozco, ellos no tienen pinta de criticar o juzgar y eso me hace querer tenerlos cerca... tal vez nuevas amistades no sean malas.

Una vez que yo cerré la puerta guardé el azúcar en el mueble donde va y ahora si me fui a mi pieza a ver una película.

Tomás dijo que me esperaba en la plaza a las ocho de la noche y recién son las tres de la tarde así que tengo tiempo.

{...}

Me quedé dormida y casi me da algo cuando miré la hora; 19:35.

Rápidamente agarré ropa y fui corriendo al baño para bañarme lo más rápido que pude, el pelo no me lo lavé sino no llegaría.

Elegí ponerme un pantalón cargo blanco, una remerita pegada al cuerpo negra y unos championes también negros, hacia un poco de frío así que decidí ponerme un buzo rosado arriba.

Me puse un poco de rímel, un poco de perfume y sin más salí de mi casa con todas las cosas adentro de una mochilita.

Caminé rápido hasta el lugar y por suerte no me crucé con nadie que me conociera.

Tres cuadras después llegué a la plaza y fue fácil visualizar a Tomás ya que era el único en ese lugar.

Apenas me vio se paró del banco y se acercó a mi, estaba vestido muy lindo, con un pantalón cargo gris, una remera blanca, una campera negra y unas zapatillas también negras.

-hola linda- me dio un beso en la mejilla y algo raro se formó en mi estómago.

-hola Tomás- sonreí levemente y él hizo lo mismo.

-ya te estaba extrañando eh, pensé que no ibas a venir- empezamos a caminar para la derecha y supe que íbamos a ir a un tipo de restaurant qué hay a unas cuatro cuadras si no me equivoco.

-perdón, me había dormido y tuve que hacer todo a las apuradas- agaché la cabeza vergonzosa y él rió.

-quedaste hermosa igual- lo observé y me estaba mirando de reojo.

Insegura-C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora