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🍂Tomás, Martes🍂

Estábamos afuera los cuatro tratando de decidir quien iba a limpiar el patio delantero, era una mugre todo.

Troca y Franky estaban peleando por ver quien barría y quien juntaba las cosas hasta que veo que Erika sale corriendo de su casa y muy angustiada si no me equivoco, nos miró de reojo y siguió su camino.

-uh, ¿que le habrá pasado a la wacha?- preguntó Troca.

-ah bueno, ¿quien es esa mami?- preguntó Franky mirándola.

Yo dejé de mirar a Erika para ver a Franky ahora.

-¿no te das cuenta que es la vecina? Estupido- dije de mal humor.

-uh, listo no dije nada- dijo levantando sus brazos riendo.

Volví mi vista a Erika la cual corría hasta perderse de vista.

Volvió a salir alguien de su casa y era la misma mujer que vi ayer, seguro es su madre pero esta vez estaba como enojada y mirando para todos lados, buscando a su hija seguro.

-esa debe ser la vieja- dijo Homer mirándola y yo asentí.

-ahora vengo- dije y sin esperar sus respuestas me subí al auto y conducí en la dirección por la que se había ido Erika.

Di un par de vueltas hasta que la encontré en la plaza sola y parecía que estaba llorando abajo de un árbol.

Me hizo acordar mucho a cuando yo era más pibito y peleaba con mis viejos y salía de mi casa llorando pero a diferencia de ella, a drogarme, no tuve su misma mentalidad y me metía en la mierda cada día más.

Me quedé unos minutos en el auto, capas necesitaba estar sola y desahogarse pero no me aguanté y bajé para caminar hasta su lado.

Al parecer no se dio cuenta de mi presencia pero me agaché y le toqué el hombro.

Asustada se dio vuelta pero al verme sonrió.

-¿que haces acá?- preguntó y me senté a su lado.

-te vi salir de tu casa y me preocupé así que vine a ver si estabas bien- respondí y agachó su cabeza para limpiar sus lágrimas.

-estoy bien- dijo suspirando.

-¿me queres contar?

-solo discusiones de madre a hija supongo- dijo y la abracé por los hombros atrayéndola más a mi, después de unos segundos tímidamente recostó su cabeza en mi pecho y me abrazó por la cintura.

Cada vez su agarre se hacía más fuerte y supe que estaba llorando cuando sentí mi remera mojada.

Empecé a hacerle mimos en el pelo para que se tranquilizara.

-perdón- dijo separándose bruscamente de mi después de unos minutos y se limpió la cara con sus manos.

-¿perdón por qué?¿por que te separas así de mi?- pregunté mirándola confundido, me miró de reojo y luego miró al frente dejándome ver su perfil.

Su nariz perfecta, esos labios que parecían tallados a mano, sus pestañas largas... es perfecta.

-yo... te pido perdón porque seguro te doy lastima y estás perdiendo tu tiempo estando acá conmigo, consolando a una pendejita que acaba de discutir con su mamá- dijo rodando los ojos y riendo sarcástica.

-no, yo no lo veo así linda- dije poniendo un mechón de su pelo atrás de la oreja- estoy acá porque yo quiero y... dudo mucho que solo llores así por la pelea con tu madre, cuando yo tenia este tipo de momentos me descargaba por todo lo que me estaba pasando o por lo que me pasó- me miró y volvió a suspirar, mi vista se posó en sus labios sin pensarlo y pude notar que se puso nerviosa.

Insegura-C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora