🍂Tomás, Viernes🍂
Sentí un pinchazo en mi espalda y me quejé abriendo los ojos.
Una sonrisa apareció en mis labios al ver a la persona que me trae loco abrazada a mi y supe que el pinchazo fueron sus uñas y en vez de molestarme me alegré por despertarme y poder apreciar el arte de mujer que tengo a mi lado descansando tranquilamente.
Su carita de tranquilidad me transmite tanta paz que no puedo ni explicarlo...
No se cuento tiempo estuve observándola pero empezó a moverse incómoda y poco a poco fue abriendo sus ojos.
Claramente vio mis tatuajes primero que nada ya que su cara estaba en mi cuello y al ver su sonrisa me alegré, me alegré de saber que le gustó despertarse a mi lado por primera vez... al igual que a mi.
-buen día- dije y levantó su vista para mirarme.
-buen día Tomi- dijo dejando de abrazarme para desperezarse.
-¿cómo dormiste?- pregunté sacando algunos pelos que caían por su cara.
-bien... muy bien, ¿vos?- preguntó acomodándose.
-dormí perfectamente bien y fue la primera vez que me puse feliz al despertarme- rio y yo sonreí.
-¿no te parece raro que estemos así?
-¿como así?
-no se, yo pensé que no volveríamos a llevarnos bien y ahora hasta dormimos juntos- dijo y reí.
-tampoco lo digas así porque parece que hicimos cualquier cosa y nada que ver- ví que se empezó a poner rojita y sonreí- seguís igual de tímida y vergonzosa.
-vos decís y haces cosas que me ponen así Tomás- dijo mordiéndose el labio inferior y reí.
-y vos anda a saber que estabas soñando, me clavaste todas las uñas en las espaldas gila- dije y abrió sus ojos.
-¿posta? Uy, perdón- dijo abrazándome y reí.
-igual me encantó... ya vamos practicando para cuando....
-Tomás- advirtió y reí.
Yo la abracé por la cintura también y así nos quedamos un buen rato sintiendo el calor del otro hasta que empezaron a golpear la puerta.
-¡vamo' arriba manga de vagos!- gritó Troca golpeando cada una de las puertas.
-¡la re concha de tu hermana Troca!- sentimos el grito de Franky y Erika largó una carcajada.
-te juro que amo cuando Franky está de mal humor- la miré mal y me abrazó más fuerte.
-¿así que lo amas?
-me encanta su personalidad, nada más Tomás- dijo rodando los ojos.
-anda, anda con el Franky- dije celoso pero aflojé al sentir su risita y sus besos en mi cuello- ay linda... no hagas eso.
Dije removiendo incómodo y Erika sonrió.
-voy a bañarme ¿puedo?- preguntó separándose de mi.
-si... si te bañas conmigo- hizo montoncito y rió levantándose pero no se dio cuenta que su remera estaba levantada, dejándome ver una hermosa vista al igual que ayer- ¡uf! Mami, que buen culo.
Me miró con los ojos exageradamente abiertos y se bajó la remera con su carita roja y reí.
-¡no seas grosero Tomás!- dijo tirándome un almohadón y reí.
