🍂Tomás, Martes🍂
Miré la hora otra vez y eran las 4:13 am.
Desde que llegué de la casa de Erika no he podido dormir por mis demonios... otra vez mis malditos demonios que no me dejan descansar en paz.
Me levanté ansioso y fui a la cocina, me asombré al ver a Troca aspirando una fina línea de cocaina, sonreí y me senté a su lado para armar para mi.
-¿y a vos que te pasa que no podes dormir?- preguntó observándome y luego de relajarme lo miré y tosí un poco.
-los pensamientos me están matando- dije riendo un poco y me miró serio.
-pa' mi que esos pensamientos tienen nombre y apellido ¿o me equivoco?- suspiré y negué.
-fui a hablar con ella- me miró sorprendido y se acomodó mejor para escucharme atento- básicamente me mandó a la mierda.
-naa, Erika no es así- dijo negando.
-bueno no pero me pidió un tiempo- asintió y me refregué los ojos cansado- yo la quiero a la wacha... me hace sentir otro... me da esperanza de que voy a salir de esta mierda, siento que por ella me alejaría de este infierno pero ella no está lista para andar con alguien como yo, ella se cree tan insuficiente y yo la veo como lo mejor del mundo ¿entendes? Se que se merece la mejor persona del mundo y yo soy simplemente un pibe que no le va a aportar nada- dije con la voz quebrada y tapándome la cara.
-¿no pensas que vos también te crees muy insuficiente? Yo creo que esa wacha te ve como un ídolo, pero en el buen sentido, tipo, te ve como alguien especial, ella te admira Cenfe... yo observo como te mira y le brillan los ojos literalmente- dijo y lo miré mordiéndome el labio al imaginarme a ella con sus ojitos tan hermosos mirándome.
-ella me ve así porque no conoce a otras personas y yo la veo así porque conozco a cada tipo de personas en este mundo y se que ella es única Troca- expliqué y asintió.
-es muy raro verte así- dijo y lo miré confundido- hace mucho no te veía tan... tan enamorado y dispuesto a hacer lo que sea por una piba.
-es que ella se merece que haga lo que sea por ella- asintió y sonrió.
-¿por que no lo hablas con ella bien?
-¿cómo?
-decile todo lo que sentís Tomás- dijo obvio y negué automáticamente.
-ni en pedo, ella ya me pidió distancia y la tengo que respetar- dije y rodó los ojos.
-¿y mientras que vas a hacer?
-voy a ser yo- levanté mis hombros y fui a buscar un porro ya armado.
-me voy a dormir, trata de descansar y no te zarpes en esa porquería- señaló la droga y asentí sin ganas.
Fue a su pieza y yo fui a la mía para agarrar mi libreta y mi lápiz y escribir cada palabra que se me venía a la mente.
"La calle me habla y yo no puedo decirle que no
Las pulsaciones se me calman cuando estoy con vos
Yo que soy un chico vacío con tanta pasión
Yo que siempre he sido tan frío y con tanta ambición
Puedo sentir ese calor cortándome otra vez las alas
Perdiéndome en lo oscuro y puro de la madrugada
Chica mis luces se apagan, o no es así?
Quise mirarlo de otra forma pero ya no había nada"
Después de un rato dando vueltas en mi cama pude al fin, dormir.
{...}
Sentí que alguien me movía y abrí mis ojos quejándome.
-escúchame una cosa enfermo, ¿cómo es eso que le disparaste a uno de los chetos?- dijo Lucas y fruncí mi ceño- no te hagas el boludo, ¿son consciente del lío que en el que nos podes meter?
-ah si, bueno,que se joda por hacerse el gracioso- dije sonriendo y él rodó los ojos sentándose en mi cama- ¿algo más tenes para decirme?
-si, que no puedo creer que otra vez estés haciendo boludeces- suspiré porque ya sabía por dónde iba.
-no jodas Hache, ¿que hora es?
-las doce del mediodía- abrí mis ojos sorprendido- ¿me vas a contar?
-¿que queres que te cuente?- pregunté mirándolo.
-en que quedaron con la wacha- suspiré.
-¿Troca buchonió?
-no digas boludeces, se que hablaste con ella porque ayer estuviste todo el día ido- me mordí el labio y asentí.
-¿para que queres que te cuente? No quiero soportar tus quejas.
-no hables pelotudeces Tomás, quiero saber qué pasó y nada más- me senté mejor y empecé a contarle lo que hablamos.
-... asi que básicamente me mando a la mierda y por lo que entendí, no me quiere más en su vida pero no la juzgo, era obvio que iba a pasar- finalicé levantando mis hombros y sentí que bufó.
-sos tan boludo Cenfe- dijo negando y asentí dándole la razón- esa wacha te quiere posta, no la desperdicies hermano.
-ya lo se pero yo no puedo hacer nada, solo queda esperar que pase el tiempo y que todo se resuelva- rió y me miró sarcástico.
-¿y mientras llega el futuro qué?¿vas a salir a andar con putas, a emborracharte en los bares, vas a matar a todos los pibitos que se acerquen a ella y vas a matarte de una sobredosis? Quiero que pienses bien las cosas, acá vinimos por un objetivo y estamos lográndolo hermano, no te arruines- asentí y él se levantó.
-¿ya desayunaron?
-no, te estamos esperando- asentí y salió de mi pieza conmigo atrás.
Fui a la cocina y empezamos a desayunar los cinco como los viejos tiempos, entre charlas y risas se pasa el tiempo pero ella nunca sale de mi, siempre está presente en mi mente y eso me mata porque me recuerda lo gil que fui.
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