Capítulo 6

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—¿Cantar....para usted?—

—Si—

La castaña miraba perpleja a la rubia, parpadeando un par de veces.

—¿Por qué..?—

—Quiero bailar un poco—

Sus ojos se agrandaron y su semblante se volvió meláncolico, apretó su falda y le sonrió débilmente.

Parece ser...que hasta en eso son iguales

—Está bien, princesa—

La rubia sonrió levemente y se alejó, posicionándose frente a ella.

—¿Lista?—

—Lista—

Sonrieron al mismo tiempo y la mujer empezó.

Aplaudió un par de veces mientras hacia un sonido sútil, para después empezar a cantar.

(Escuchen la música de la multimedia)

La rubia se relajó y comenzó a moverse al compás de la música de la castaña.

Giró, movió sus brazos, su cara relajada y con una diminuta sonrisa en su rostro fue suficiente para que la castaña viese la ilusión de su amiga atrás.

—..Se que no...—

Concluyó y la rubia terminó con una reverencia.

Lucía como un hada, con el vestido blanco y la coleta.

Incluso en eso se parece a tí, Señorita Diana...

Su ojos retenieron las lágrimas y dejó escapar un sollozo que alertó a la menor.

—¡¿Lily?! ¡¿Qué- Qué sucede?!—

Se acercó a la mujer que limpiaba sus lágrimas.

—N-no, es nada...solo que usted se parece mucho a su madre..*sorb*

—¿Ella bailaba?—

—Si....ella era una bailarina muy talentosa, princesa—

—¿Bailo igual que ella?—

—Jeje, si, usted sacó los buenos genes de su madre—

Se hincó a la altura de la rubia y la abrazó, haciendo que la rubia le correspondiera.

—Cantas muy bonito, ¿Como se llama esa canción, Lily?—

—..La separación, princesa—

Picó su pequeña nariz con ternura.

—Uhm, abrázame un poco más—

Abrió sus brazos que la castaña gustosamente aceptó.

Ya no me importa, que el FBI venga por mi

Restregó su cachete en el hombro de la castaña.

.......


Ahh...

¡Que aburrido!

Maldición—eché mi cabeza hacia atrás—

—¿Por qué estás maldiciendo?—

—¡¿Por qué entras a mi habitación como si fuera tuya?!—reclamé en dirección del intruso—

Debería tan solo darle una paliza.

Si tan solo no fuera por este pequeño cuerpo.

—¿Y qué? Soy el gran mago de la torre negra, puedo entrar aquí cuando quiera—dijo tomando una galleta para después tumbarse a mi lado—

Las ventajas de vivir en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora