Capítulo 9

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Oh vamos ¿A donde mierda se dirige esto?

Pensó mientras algo obstaculizó su vista.

Irritada, quitó la hoja en su cara, notando el lodo en sus dedos.

¡Demonios, lo que faltaba!

Cruzó sus brazos, arrugando el gesto.

Lucas...¡ESPERO DE TODO CORAZÓN QUE NO PUEDAS CAGAR EN UNA SEMANA!

Sus ojos se estrecharon más y dejó salir un bufido.

—¿A donde carajos va esta resbaladera?—

Habló al aire e intentó pensar en una forma de salir de ahí.

Espera ¿Y si me paro y intento surfear?

No, es peligroso

Pero, no voy a morir si llego a resbalarme ¿Cierto?

¡No, no debo!

......

¡El que no artiesga, no gana!

Con sumo cuidado, puso las manos en la resbaladera e intentó pararse de a poco, resbalándose por la humedad. Sin rendirse, nuevamente lo intentó, teniendo éxito.

Alzó sus manos y las uso para tener equilibrio, tambaleándose levemente.

Yo...

¡Lo logré!

Alzó los brazos por encima de su cabeza, soltando una risa de victoria.

Lo que no veía por estar festejando, era al tronco en medio del camino.

—¡Lo log-

Una consistencia dura chocó contra su cuerpo, haciendo que su cara se enterrara en la rasposa y dura corteza.

Sus dientes mordisquearon por error la cortesa por tener la boca abierta y pensó.

Mierda, creo que tengo un gusano en la boca

Poniendo sus manos a ambos lados de su cabeza, puso fuerza en sus brazos para intentar separarse del tronco viejo.

Uno y dos veces bastaron para separarse del tronco, pero se dio cuenta que usó demasiada fuerza por lo que su cuerpo cayó de espalda.

Su cuerpo nuevamente comenzaba a avanzar por la humedad del lodo y en un intento de salir de ahí, levantó su cabeza y un brusco golpe en su frente la hizo volver hacia atrás, golpeando su cabeza contra el suelo.

Pasó por debajo del tronco, sintiendo el chichón crecer con rapidez en su frente y al mismo tiempo divisar un tenue dolor en su boca.

C-creo que perdí un diente

Pensó, sintiendo el vacío en un lugar de su boca. Escupió el sabor métalico en su boca al igual que los restos de la madera que quedaron entre sus dientes.

Algo aturdida por el golpe en su frente, percibió la lenta velocidad en la que su cuerpo era arrastrado.

¿Por qué va tan lento?

Un sonido parecido al agua cayendo, llegó a sus oídos.

¿Eso es agua? ¿Qué hace agu..

Sus ojos se abrieron de par en par al escuchar cada vez más cerca el sonido.

¡NO ME DIGAS QUE..

La mitad de su cuerpo dejó de sentir el suelo y su boca se abrió mientras su cara perdía el color.

Las ventajas de vivir en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora