Capítulo 8

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Me duele la espalda...

Realmente es mucho trabajo....

Tenemos personal pero.....

No trabajan y solo se llevan las cosas....

Masajeó su nuca, intentando aliviar la fatiga.

Su vista se dirigió al frente y pudo notar algo en el suelo.

¿Que es eso?

¿Una persona?

Pero es pequeña....

¿Por que está en el suelo?

Aceleró sus pasos y se acercó con cautela.

No puede ser....

Ese pelo rubio platino....

Corrió en dirección del pequeño cuerpo en el suelo y sus tacos hicieron que algo salpicase.

Miró al suelo y notó el líquido carmesí.

¡¿SANGRE?!

Se agachó y tomó a la niña en sus brazos, notó su respiración lenta y el líquido de color rojizo que se deslizaba por sus labios.

—¡¡POR FAVOR, DESPIERTE!!—gritó la mujer intentando que recobrara la conciencia—

Sin tener resultado, se apresuró a levantarse y a empezar a correr.

¡¿Que le ocurrió para que se encuentre en este estado?!

¡Debo llevarla a su habitación y llamar a Lily!

Era delgada y podía notar sus grandes ojeras. Su piel pálida y la respiración lenta, no estaba bien.

Corrió aún más rápido y se encontró con alguien conocida.

—¡SETH! ¡TRAE TOALLAS Y AGUA, RÁPIDO, A LA HABITACIÓN DE LA PRINCESA!—gritó mientras corría—

—¡¿QUÉ?!—miró con preocupación la sangre en sus ropas—

—¡TE LO DIRÉ LUEGO, HASTA ENTONCES HAZ LO QUE TE DIJE Y BUSCA A LILY!—apartó su mirada de ella y continué su camino—

—¡E-ENSEGUIDA!—gritó—

¡Esto es malo!

¡No se cuanto tiempo ha estado en el suelo sangrando!

Finalmente llegó a su destino, apuradamente abrió la puerta y se dirigió a la cama tendida.

Posó suavemente su cuerpo en la cama y comenzó a desabrochar los botones superiores de su camisa, retiró sus zapatos y tomó su temperatura.

Estaba fría al punto de que sudaba, su cara se arrugaba a cada momento, parecía estar sufriendo.

La puerta se abrió de golpe y se dejó ver a una castaña sudaba, con una mujer detrás.

Su cara se puso pálida al ver la sangre en mi vestido.

—¡HANNAH! ¡¿Q-QUE LE PASÓ A LA PRINCESA?!—gritó acercándose rápidamente—

—Yo iba de camino al jardín para ayudar al jardínero, pero ella estaba en el suelo vomitando—explicó algo nerviosa—

—¿Q-qué? ¿V-vomitando s-sangre?—lágrimas empezaron a acumularse en sus claros ojos celestes—

—Tranquilizáte Lily.....ella necesita ayuda...—la tomó por los brazos—

Se cuánto la amas..

Es como una hija para ti...

Dirigió su mirada a la persona en la cama, su cara seguía sin color y parecía empeorar.

Las ventajas de vivir en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora