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pov. sanha ﹆
Me había despertado extremadamente tarde como nunca, recuerdo que el único día que me quede durmiendo o en mi cama hasta tarde fue cuando estaba por entrar a la universidad y a los días tendría que ejercer el examen de admisión, recuerdo que estuve estudiando mucho en ese tiempo, suelo ser bastante aplicado pero me daba miedo decepcionar a mi familia a pesar de que me habían dejado estudiar una carrera tan "simple" como Artes, Perspectiva y Realidad; el arte en todas sus facetas, pues si... me gustaba sacar 10 en los exámenes, pero pintar u dibujar era algo distinto.... no tengo que cumplir las expectativas de nadie porque tengo muy claro que el mayor critico de mi trabajo y el mas cruel seré yo mismo, creo que eso me hará feliz, no correr el riesgo de decepcionar a nadie, porque al fin y al cabo soy solo un cobarde.
Llegue a casa de mis padres luego de haber tomado un taxi, llevando conmigo únicamente mi celular, pues en mi hogar siempre estaría cualquier cosa que necesitara. Me acerque a la puerta y presione el botón haciendo sonar el timbre, los pasos se escucharon más cerca y mi madre abrió la puerta abrazándome inmediatamente sin dejarme tiempo de reaccionar o si quiera decirle "hola"
- ¿Cómo estas mi niño?- pregunta suspirando, haciéndome pasar. - Estuve muy preocupada, como no llegabas, hoy tenemos la cena de negocios de tu padre y sabes que tenemos que estar presentes en ese evento, el secretario de tu padre me conto que vendría un inversionista importante, así que asumo que tenemos que dar una buena impresión; rápido, ve a ponerte el traje que deje en tu cama y luego nos vamos con la estilista.
Asentí y subí a mi cuarto para darme una buena ducha, preparar mi rostro con las cremas y lociones que repuso mi madre. Luego me posicione frente al espejo abotonando mi camisa y poniéndome la chaqueta, era azul marino, algo opaco; no era de mis favoritas, me gustaban los trajes mas claros, pero al ser un evento de noche tenia que ser un color acorde a la ocasión.
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La estilista había hecho su trabajo y no tardo mi padre en llegar a buscarnos para dirigirnos al lugar.
Mientras estaba en el asiento trasero, detrás de mi padre; escuchaba la música del auto como si las voces desaparecieran y solo me perdiera en el ritmo marcado de las canciones que suele escuchar mi papá siempre. Mis ojos no dejaban de fijarse en las nubes y los colores que provocaba la contaminación, era tan curioso que algo tan hermoso sea formado por algo tan malo, las mejores cosas eran así.
Toda mi concentración estaba en el cielo, me cuestionaba e imaginaba la manera de retratar aquello, tomar su esencia, textura y poder transmitir el mismo sentimiento que abarcaba mi ser en este momento, con toda la calidez que respiraba.
- Hey hijo, despierta, ya llegamos.- me aviso mi padre abriendo mi puerta.
Asentí, bostezando mientras caminaba detrás de mis padres observando los faroles del lugar semiabierto con alrrededor de unas 150 personas. Debo de admitir que era algo incomodo asistir a estas reuniones ya que usualmente solo son para hacer negocios y entre esos negocios están los matrimonios... si llegara a haber una o un joven de mi edad seguramente es porque sus padres lo trajeron con el único motivo de formar una alianza a través de personas y ¿Quién no detestaba eso? Ya son otros tiempos, las personas no se venden.
Ustedes se preguntaran ¿de que trata la empresa de mi padre?
Todo empezó por un restaurante que tenia, el cual se volvió popular por la buena comida, luego adquirió otro lugar en el barrio de Gangnam y este se fue expandiendo poco a poco siendo ahora un lujoso restaurante. Lo que estaba por pasar ahora era que entraríamos a una cadena de restaurantes los cuales eran los mejores de toda Corea, estarían todos los accionistas preparados para hacer un acuerdo en el que 3 restaurantes, contando el de mi padre se unirían a esta.
Mi padre dudoso de aceptar, subió al pequeño escenario y firmo los papeles al igual que las otras tres Empresas SPA (sociedad por acciones).
Todo el publico aplaudía, mientras tomaban sus copas de champagne y la alzaban en forma de brindis. Mi padre bajo del escenario y se acerco a nosotros, pero no era el único, pues vi a un chico algo mayor que yo, me extrañaba que fuera tan joven y caminaba en nuestra dirección, creo que se me estaba haciendo conocido....¿de donde era? Intente recordar.
- Buena noche señor Yoon.- dice chocando su copa con la de mi padre. - Veo que no esta muy conforme con el trato. ¿Hay algo que le disgusto? - interroga mirándolo fijamente a los ojos.
Mi padre solo tragaba de su copa para luego hablar....
Narrador omnisciente ﹆
- Tiene un hijo muy agraciado, debe tener solo unos 19 años, ¿no?. - le comenta el mayor accionista o mejor dicho dueño de todo. El chico alto no pudo evitar sonrojarse por el cumplido del adulto. Pero era demasiado inocente para darse cuenta de que esto no era sólo un cumplido, mas bien era una amenaza a su padre haciendo referencia de que en caso de cualquier cosa le podría costar su familia.
El señor Yoon se atraganta levemente con su champagne y hace una reverencia ante el joven del piercing.
— Me alegra haber hecho negocios con usted Yoon, espero tengamos una buena relación empresarial, linda familia. — sonrió.
Sanha chocó su copa acercándose más al jóven, provocando que su perfume inundara sus fosas nasales.
☦︎ flashbacks;;
— Veo que no sabés qué negociar, ¿Que te parece por cada vez que te besé, respondo una pregunta? — me queda mirando muy serio, cerrando las puertas de la sala.
Mi corazón se había disparado, estaba latiendo a mil por segundo.
— ¡¿Q- qu.. qué?! — exclamé atónito a su propuesta... ¿cómo no se avergüenza?
....
— Tú me vas a hacer daño...? — pregunté con angustia.
☦︎ fin de los flashbacks;;
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