Por la mañana del siguiente día, ambos salieron con cautela de la sala de Menesteres, Harry usó su capa de invisibilidad para llegar a Gryffindor, y Draco iba escondiéndose por las paredes de la escuela para llegar a las mazmorras.
Cuando Harry iba subiendo la escalera pisó la esquina de su capa de invisibilidad, y tropezó, Ron, quien iba saliendo de la sala para ir a desayunar lo vio.
-Epaaa, ¿de dónde vienes? - decía Ron entre risas.
-Ayúdame- dijo Harry rindo aún en el piso- necesito cambiarme, te contaré después.
- ¿y tu pijama? No te vi en tu cama por la mañana. O te levantaste muy temprano, o no dormiste en Gryffindor- dijo Ron levantando las cejas.
- ¡Ya! - dijo Harry con una sonrisa- te diré que ocurrió, solo iré a cambiarme- Harry se dirigía hacia el retrato- pero no te daré cada detalle, quedarías traumado- Harry soltó una carcajada.
- Ahhhh, ¡Potter! - exclamó Ron riendo- creo que ya sé por dónde va esto.
Harry entró por el retrato y se dirigió a cambiarse.
En el comedor desde la mesa de Slytherin, Draco, pasaba los ojos de un lado a otro por la mesa de Gryffindor intentando encontrarse con Harry, estaba feliz, su rostro era diferente, sus ojos tenían un brillo como nunca antes, sus labios volvían a formar una sonrisa. Ron entró al comedor y se encontró con Hermione, el pelirrojo sabía el motivo de la felicidad de Draco, ya tenía una idea de la razón por la cual Harry no había dormido en Gryffindor.
Cuando Harry entró corriendo por la puerta, Draco sintió un tremendo cosquilleo en el estómago, estaba deseando volver a tocar los suaves labios de Harry, con sus ojos, recorría cada parte del chico, era hermoso en verdad, Harry con tan solo mirarlo, prendía todos los sentidos del rubio, Draco no sabía el poder que tenía una mirada. Durante el desayuno solo se miraban a lo lejos, Hermione y Ron comenzaban a acostumbrarse a ver a Harry perdido en Draco. Los demás miraban a Harry con extrañeza, pues este se notaba más risueño y enamorado; los amigos de Draco también comenzaban a notar el cambio, pero no preguntaban, sabían que Draco era reservado.
El rubio se levantó de la mesa, le lanzó una mirada a Harry, y salió del comedor, Harry se levantó y lo siguió. Ambos se dirigieron a un jardín que no era muy concurrido en Hogwarts, estaban solos ahí, solo las aves los acompañaban con sus cantos
- ¿Qué hay Leoncito? - dijo Draco con una sonrisa traviesa, Harry se acercó y lo besó. Draco amaba como Harry se ponía de puntitas para alcanzar sus labios, el rubio debía agachar la cabeza, cada beso era único- ¿Quién diría que ibas a ser tú quien me atrapara? – Draco rodeaba la cintura de Harry, y Harry el cuello de Draco- Realmente no sabes lo feliz que me haces, te quiero conmigo todo la vida- las mejillas de Harry se iluminaban con cada palabra – te traje aquí para hacer una promesa- Draco se quitó su hermoso anillo plateado- espero que algún día puedo arrodillarme ante ti, pero hasta entonces será así- Draco tomó la mano de Harry- te prometo lealtad, prometo que solo serás tu quien invada mis sueños cada noche, prometo que te haré feliz toda la vida, desde ahora tus sueños también son los míos, prometo cubrirte del frío en el crudo invierno, y amarte hasta que mi corazón deje de latir.
Draco le colocó el anillo a Harry, el segundo no pudo contener las lágrimas de felicidad <Te amo, Draco> Harry selló la promesa con un cálido beso, las campanadas del reloj le indicaron a Harry que era hora de clases, se despidió de Draco y se fue. Draco quedo con una sonrisa en el rostro, estaba deseando que el mundo se enterara que Harry Potter era suyo enteramente, quería contarle a su mamá, pero ¿Qué tal si eso ponía en mayor riesgo a Harry?, Draco tenía la esperanza de que su madre lo entendería, tal vez si sus padres le dieran una oportunidad a Harry comprenderían porque Draco quería estar toda la vida a su lado.
Al terminó de las clases del día Jueves, Draco tomó su pluma y comenzó a escribirle a sus padres, era momento de decirles.
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Mi todo. (TERMINADA)
FanficUn año más en Hogwarts, Harry creía que solo sería un año normal, pero sentimientos nuevos y confusos comienzan a aparecer por nada más y nada menos que por Draco Malfoy. Si del amor al odio hay un paso, ¿por qué no del odio al amor?