Primer Encuentro

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Nada más entrar en clase, observé que todas las mesas estaban desocupadas,salvo una. Reconocí al chico rubio , poseedor de una belleza inigualable ,que estaba sentado cerca del pasillo central junto a la única silla vacante. Lo miré de forma furtiva mientras avanzaba por el pasillo para presentarme al profesor y que éste me firmara el comprobante de asistencia.Entonces, justo cuando yo pasaba, se puso rígido en la silla. Volvió a mirarme fijamente y nuestras miradas se encontraron. La expresión de su rostro era de lo más extraña, hostil, airada.Pasmada, aparté la vista.

El señor Banner me firmó el comprobante y me entregó un libro, ahorrándose toda esa tontería de la presentación. Supe que íbamos a caernos bien. Por supuesto, no le quedaba otro remedio que mandarme a la única silla vacante en el centro del aula.
—Junto al joven Hale por favor Swan — dijo el profesor. Fue ahí cundo supe quien era. Extraño nombre para una persona extraña. No me podía controlar y de vez en cuando echaba un vistazo través del pelo al extraño chico que tenía a mi lado. Éste no relajó aquella postura envarada —sentado al borde de lasilla, lo más lejos posible de mí— durante toda la clase. La mano izquierda, crispada en un puño, descansaba sobre el muslo. Se había arremangado la camisa hasta los codos. Debajo de su piel clara podía verle el antebrazo, — Acaso eso eran marcas de mordidas— Pensé. El era, sorprendentemente duro y musculoso.Mas de lo que lo hubiera imaginado.

La lección parecía prolongarse mucho más que las otras. ¿Se debía a que las clases estaban a punto de acabar o porque estaba esperando a que abriera el puño que cerraba con tanta fuerza? No lo abrió. Continuó sentado, tan inmóvil que parecía no respirar. ¿Qué le pasaba? ¿Se comportaba de esa forma habitualmente? Cuestioné mi opinión sobre la acritud de Jessica durante el almuerzo. Quizá no era tan resentida como había pensado.

Cruzó por mi mente una frase: «Si las miradas matasen...».No podía tener nada que ver conmigo. No me conocía de nada. Así que le pregunte:

—Que te sucede — dije castamente y sin ninguna emoción en mi rostro.

El timbre sonó en ese momento.

Yo di un salto al oírlo y Jasper Hale abandonó su asiento. Se levantó con garbo de espaldas a mí —era mucho más alto de lo que pensaba— y cruzó la puerta del aula antes de que nadie se hubiera levantado de su silla.Me quedé petrificada en la silla, contemplando con la mirada perdida cómo se iba. Era realmente mezquino. No había derecho. Recogí rápidamente mis cosas para encontrarme con Bella en nuestra siguiente materia.

Al acercarme al salón la vi hablando con un chico con un chico guapo, de rostro aniñado y el pelo rubio en punta cuidadosamente arreglado con gel.

—Interrumpo — Pregunte a Bella

—No ,justo iba a buscarte —

—Me llamo Mike.—Se presento emocionado.

—Anna, un gusto — sonreí levemente.Fuimos todos juntos a nuestra siguiente clase.Hablaba por los codos e hizo el gasto de casi toda la conversación, locual fue un alivio. Había vivido en California hasta los diez años, por eso entendía cómo mesentía ante la ausencia del sol. Resultó ser la persona más agradable que había conocido aqueldía. Cuando estábamos en la puerta Bella se quedo charlando con Mike , preguntándole sobre su compañero de clase , la verdad no me intereso , después le preguntaría que había sucedido con el. El entrenador Clapp, el profesor de Educación física, me consiguió un uniforme, perono me obligó a vestirlo para la clase de aquel día. En Phoenix, sólo teníamos que asistir dosaños a Educación física. Aquí era una asignatura obligatoria los cuatro años. Estaba emocionada , tocaba voleibol, no podría decir lo mismo de mi hermana. Me reí al recordar los muchos golpes que había dado, y recibido, cuandojugaba al voleibol.

Al fin sonó la campana que indicaba el final de las clases.Nos dirijamos lentamente a laoficina para entregar el comprobante con las firmas. Había dejado de llover, pero el viento eramás frío y soplaba con fuerza. Me envolví con mis propios brazos para protegerme. Estuve a punto de dar media vuelta e irme cuando entré en la cálida oficina. Jasper Hale y Edward Cullen se encontraba de pie, enfrente del escritorio.Lo reconocí de nuevo por el pulcro dorado pelo que tenia.Al parecer, solo Jasper nos había oído entrar ya que nuestros ojos se conectaron y arrugo el entrecejo.Me apoyé contra la pared del fondo,a la espera de que la recepcionista pudiera atendernos.

Edward estaba discutiendo con ella con voz profunda y agradable. Intentaba cambiar la clase deBiología de la sexta hora a otra hora, a cualquier otra. El debía ser el compañero de Bella no me podía creer que eso fuera por su culpa era igual de extraño que su hermano el rubio.

—Bueno, no importa. Ya veo que es imposible. Muchas gracias por su ayuda.

Giró sobre sí mismo mirándonos , mientras pasaba le dije
—Patán — me miro brevemente fulminándome con la mirada y despareció por la puerta junto a su hermano. Me dirigí con rapidez hacia el escritorio — y le entregué el comprobante de asistencia con todas las firmas.
—¿Cómo les ha ido el primer día, cielos? —nos pregunto de de forma maternal.
—Bien —mintio Bella.
No pareció muy convencida.

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The Black Swan© « JASPER HALE »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora