El Partido

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En ese mismo momento llego Charlie y le presentamos a los chicos.Hice una mueca.El se los iba a poner difícil.Le comentamos la propuesta de los chicos de ir a jugar beisbol y comento :

-Bella Beisbol , lo entiendo de Anna que le gustan los deportes pero Bella...

-Papa por favor.. - Le replico Bella

-Bien, bien entonces el asunto era ese

-Sí, señor, ésa es la idea -no pareció sorprendido de que le hubiera contado a mipadre la verdad. Aunque también podría haber estado escuchando, claro.

-Bueno, eso es llevarla a su terreno, supongo ¿no?Charlie rió y Edward y Jasper se le unieron a él.

-Estupendo -nos levantamos-. Ya basta de bromitas a mi costa. Vámonos-Dijo Bella

Volvimos al recibidor y me puse la cazadora. Ellos nos siguieron

-No volváis demasiado tarde ,chicas.

-No se preocupe Charlie, las traeremos temprano -prometió Edward.

-Cuidareis de mis niñas ¿Verdad?

-Por supuesto Jefe Swan - dijo Jasper

-Dime Charlie muchacho -

-Bien -contesto Jasper contento

Cuando llegamos allí vi a todos los demás; Esme, Emmett y Rosalie sentados en una lisa roca salediza,eran los que se hallaban más cerca de nosotros, a unos cien metros. Aún más lejos, a unoscuatrocientos metros,Parecía que Carlisle y Alice estuvieran marcando las bases,pero ¿realmente podía estar poniéndolas tan separadas unas de otras? Los tres que se encontraban sobre la roca se levantaron cuando estuvimos a la vista.Esme se acercó hacia nosotros y Emmett la siguió después de echar una larga ojeada a laespalda de Rosalie, que se había levantado con gracia y avanzaba a grandes pasos hacia elcampo sin mirar en nuestra dirección. En respuesta, mi estómago se agitó incómodo.

Alice había abandonado su posición y corría, o más bien se podría decir que danzaba,hacia nosotros. Avanzó a toda velocidad para detenerse con gran desenvoltura a nuestro lado.-Es la hora -anunció.

El hondo estruendo de un trueno sacudió el bosque de en frente apenas hubo terminadode hablar. A continuación retumbó hacia el oeste, en dirección a la ciudad.

-Raro, ¿a que sí? -dijo Emmett con un guiño, como si nos conociéramos de toda lavida.

.-Venga, vamos...Alice tomó a Emmett de la mano y desaparecieron como flechas en dirección algigantesco campo.

- ¿Te apetece jugar una bola? -me preguntó Jasper con los ojos brillantes, deseosode participar.Yo intenté sonar apropiadamente entusiasta.

- ¡Ve con los demás!

Rió por lo bajo, y después de revolverme el pelo, dio un gran salto para reunirse con losotros dos. Su forma de correr era más agresiva, más parecida a la de un guepardo que a la deuna gacela, por lo que pronto les dio alcance. Su exhibición de gracia y poder me cortó elaliento.

- ¿Bajamos? -inquirió Esme con voz suave y melodiosa.

En ese instante, me di cuenta de que lo estaba mirando boquiabierta. Rápidamentecontrolé mi expresión y asentí. Esme estaba a un metro escaso de mí y me pregunté si seguíaactuando con cuidado para no asustarme. Acompasó su paso al nuestro, sin impacientarse por nuestro ritmo lento.

The Black Swan© « JASPER HALE »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora