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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3



—¿Cómo vas con tus terapias, Jungkook? —El señor Kim pregunto desde el marco de la puerta. Jeon por su parte volteo a mirarlo, sonriéndole tan cálidamente.

—No hay mucho avance, pero creo que tuve mucha suerte al no tener deformidades en las articulaciones.

 Jungkook rio y el señor Kim lo acompaño con una risa ligera.

—Eres un afortunado. —el señor Kim lo señalo con su copa en mano y volvió a reír. —Muy buen chico, eres un muy buen chico Jungkook. Deberías aprender algo de el Taehyung.

 El rubio, quien estaba sentado en uno de los sofás del living gruño como respuesta, sin dejar de mirar la pantalla de su móvil.

—Deberían salir, son jóvenes, disfruten la vida porque tal vez la vida sea larga, pero el tiempo no espera.

El señor Kim salió del living y dejo a los dos menores allí, tal vez esperando a que tomaran su palabra. Taehyung se reincorporo y miro al chico en silla de ruedas, ladeo un poco la cabeza y se levanto del sofá, miro por ultima vez al azabache y sin mas se fue a su habitación.

Cerro de un portazo y se aventó a la cama, el rubio revolvió su cabello mientras bosteza y se dio la tarea de dormir una larga siesta.

El sonido de golpes en la puerta retumbo en sus oídos, sin siquiera levantarse miro hacia la puerta, en donde se encontraba parada la señora Lee.

—¿Qué pasa nana? —Taehyung se removió entre las sabanas, cansado.

—¿Y Jungkook? pensé que estarían juntos. —la anciana entro a la habitación sentándose en la orilla de la cama, a los pies de Tae.

—Debe de estar por ahí, la verdad no me interesa. —El rubio se sentó cerca de su nana, recargo su cabeza en el hombro de la mujer y después volvió a cerrar sus ojos.

—Los escuche hablar con tu padre, tiene razón. Hijo, deberías llevar a conocer el exterior a Jungkook.

—Nana, no tengo tiempo. Estoy cansado. —Taehyung se excuso.

—¿Cómo crees que se a de sentir Jungkook? lo excluyen, lo evaden, lo agreden, ni siquiera puede entablar una conversación con chicos de su edad. Jungkook es especial Tae, tu mas que nadie lo sabe. —la señora Lee acaricio el cabello del rubio, quien se acorruco aun mas sobre su hombro escuchando atentamente a la anciana. —Deberías ser su amigo.

—Es problema de el, no mío. —La anciana se levanto haciendo cabecear a Taehyung. 

—Entonces le diré a tu madre que todas esas veces en las cuales pasabas tiempo con Jungkook y se suponía estabas castigado, te escapabas por la ventana y dejabas solo a el hijo de la señora Jeon.

La mujer comenzó a caminar hacia la puerta y Tae no sabia que hacer, el quería seguir saliendo con sus amigos y si eso significaba convivir con el chico inservible, lo único que podía hacer era acceder a lo que su nana le había pedido.

—Esta bien. —suspiro y miro a la anciana —Seré amigo de Jeon Jungkook.

 La anciana sonrió satisfecha y asintió.

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Taehyung camino por el gran patio de la casa hacia aquel árbol, en donde se encontraba Jungkook tomando un poco de aire bajo la cálida sombra del gran roble.

"Acendrado" Kim Taehyung ‡ Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora