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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 14



El amor a veces suele ser algo confuso, Jimin sabia eso, al fin dándose cuenta que el amor que sentía por Taehyung era paterno. Pues el rubio fue como un padre para el, ya que fue quien lo cuidaba, lo aconsejaba y casi prácticamente lo crio a pesar de tener la misma edad.

El amor es algo difícil de tratar, muchos creen que el amor no existe, pero claro que existe, pues si no existiera el mundo se desequilibraría y tal vez la humanidad ni siquiera existiría, el amor es algo fundamental en la vida diaria de las personas. El amor es una de las cosas que nos mantienen de pie, aun sin saber lo que es con exactitud, sin saber como se siente y sin saber como tratarlo.

Nadie puede controlar tal sentimiento, nadie elije de quien enamorarse, todo pasa por algo, todo tiene un por que. Pero siempre a sido difícil encontrarle un por que al amor.

Después de que Jimin diera nuevamente su marcha hacia casa Taehyung lo miro irse, mirando toda su infancia reflejada en el, recuerdos pasando fugazmente como si trataran de desvanecerse y jamás regresar. Lagrimas seguían picando sus ojos, su mejor amigo y hermano de otra madre estaba yéndose, sin tener intención de detenerse.

El tenía unas inmensas ganas de detenerlo, decirle que olvide lo que le dijo aquella tarde, que podía ayudarle y que estaría a su lado. Pero sabia que no debía hacer eso, Jimin ya había tomado una decisión y aun que a Taehyung le doliera la aceptaba. Tal vez así Jimin pudiera pensar con mas claridad.

Con el corazón en la mano y un nudo en la garganta regreso a casa, dejo su chaqueta en el perchero que se encontraba cerca de la puerta y se puso nuevamente las pantuflas. Miro a su alrededor, los pasillos adornados con velas, noche buenas y algunas luces navideñas. Carraspea un poco y jala el cuello de su suéter, siente que se asfixia y que todo se le viene encima. Las paredes comienzan a juntarse una con la otra, el árbol cada vez se va haciendo mas grande y le da vértigo ver la punta de este. Las luces comienzan a brillar mas de lo que ya lo hacían y su vista comienza a ser borrosa.

El pecho de Taehyung comenzó a subir y bajar aceleradamente, como si le faltara el aire a pesar de que respiraba bien. Comenzó a mirar a todos lados, siente tan pequeño el salón principal de la casa. Su madre salió de uno de los muchos pasillos, miro a su hijo y sonrió al instante de verlo parado frente al árbol.

Con paso lento camino hacia el y lo abrazo por la espalda, Taehyung se sobresalto y giro bruscamente. Su madre se sorprendió ante tal acto y miro a su hijo, sus ojos estaban rojos y cristalizados, sus mejillas pintadas de un color carmín y sus labios temblaban con brusquedad.

"Taehyung ¿Qué pasa hijo?" su madre se alarmo un poco, nunca había visto a su hijo de esa forma.

Taehyung separo los labios pero no dijo nada, simplemente sacaba pequeños jadeos. Su madre lo llevo a uno de los sofás y lo sentó ahí, recostó la cabeza de su hijo sobre su regazo y comenzó a acariciarle el cabello. Ella sabia que de alguna forma eso tranquilizaba a Taehyung.

"¿Quieres decirme que pasa?"

La mujer bajo su mirada, Taehyung estaba echo bolita sobre el sofá, sollozaba y jadeaba mientras trataba de controlar su respiración.

"T-tengo miedo." después de un rato y con un hilo de voz Taehyung hablo, sus ojos comenzando a picar de nuevo. Sus manos comenzaron a sudar.

"¿Por qué tienes miedo Tae?" su madre siguió acariciando sus cabellos rubios mientras lo miraba con los ojos bien abiertos, con la intención de mirar cada pequeño gesto que hiciera su hijo.

"Acendrado" Kim Taehyung ‡ Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora