Un capitulo raro

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No iba a juzgarle. Tenía sus razones del por que atender mucho de mí, era su subordinado y más que todo su más grande arma, no me era algo muy relevante, pero, atesoraba cada detalle de su parte. Últimamente nos habíamos enfocado deshacernos de algunos baches en el camino, la policía militar había estado insistiendo mucho estos días con mostrar más avances en nuestro cuerpo de exploración, todo iba de mal en peor, y los momentos de gloria y gozo ya se habían terminado, la Legión seguía perdiendo por cada exploración fuera de los muros, y el nivel de muertos cada vez más aumentaba.

Pero un rayo de luz estaba tratando de iluminar nuestro camino en penumbras. Era pequeño, eso si, pero significaba que aún había luz, y que podíamos luchar por seguir abriendo cada objeto que estuviera obstruyendo luz del cielo. Hanji, era ese rayito de sol.

Nuestro audaz Erwin Smith, había puesto en marcha una nueva iniciativa dentro del cuerpo de exploración, Hanji por fin iba a poder explotar cada parte de su potencial, y mi escuadrón por fin iba a demostrar lo mucho que valen, tras semanas arduas de entrenamiento. He de admitir, que me siento orgulloso de los lazos que formaron juntos, nada podía separarlos y lograban sacarle el jugo a eso y conseguir ventaja durante cada misión, no por nada eran mi escuadrón de operaciones especiales.

Y cuando menos lo esperábamos, ya disponíamos de un titán atrapado Gracias a nuestro equipo, y varias herramientas avanzadas recién establecidas de parte de la ingeniería.
Iba a trabajar por cada información, a pesar de sus fetiches raros de amor y pasión por investigar titanes, que instaba con darle nombre al titán y tratarle como un amigo, pero Hanji no era alguien a quien debíamos subestimar, lo teníamos claro.

En solo cuatro días nos daba hojas en gran cantidad llenas de reportes, informes y de procedimientos científicos por cada sesión que pasaba con el titán. Descubrimos muchísimas cosas nuevas, y las utilizábamos para aplicarlas en combate.

-¿Sabias que los titanes no tienen sistema digestivo, Levi? Ellos no necesitan de alimento, algo totalmente irónico para tratarse de "ser vivo" ningún ser vivo es capaz de sobrevivir sin depender de la nutrición o alimento, algunos crean su propio alimento y es entendible, las plantas son muy sedimentarias y perspicaces, pero ¿Una criatura que sobrepasa los 5 metros cuya masa muscular es de abundancia? ¿Me explicas como algo así es posible? Ni siquiera son organismos definidamente, estamos hablando de gigantes, solo los microbios son capaces de esto.- Tenia la cara de enfermo, esta vez no había logrado concebir el sueño. Las noches estaban más heladas de lo usual, y por supuesto, mis pesadillas eran más frecuentes.

Esta idiota no paraba de hablar una y otra vez de cada detalle de sus experimentos. A veces deseaba no haber capturado ese titán, pero órdenes del Comandante, son órdenes. Ya la había callado como ocho veces mientras me conversaba, pero su necedad seguía y seguía, sin parar. No tenía tantas fuerzas como para apartarla o zamparle un empujón para que me dejara en paz, ella era persistente. Se notaban demasiados cambios en ella tras atrapar aquel titán, pensaba en ello 24/7.

Como si nada podía ser peor, se colocó justo frente mío, parloteaba sobre la teoría que se tenía en ese momento, estaba comenzando a cansarme. Pero, ¿crees que le permitiré hacer lo que se le dé la gana a esta chica? Claro que no, y me extraña que pienses algo como eso, y eso que me conoces tan bien, lector o lectora.

- Hanji...- Dijo sujetando la cabellera amarrada de la muchacha, tras esbozar un leve quejido de reprocho de su parte. Si, le agarró las greñas, había llegado a su límite y el no le permitiría más. Con sus manos sujetando su cabello, la movió, utilizando su propia cabeza, alejándola a dos metros de distancia del lugar en donde anteriormente se encontraban. Y le gruñó, como forma de disgusto, algo propio del Capitán.

Se estaba quejando por el repentino tirón de cabello y por ello el la soltó.- Te lo advierto, cuatro ojos de mierda, si sigues provocándome terminarás al otro lado de un río dentro de una bolsa negra.- Le había dado la amenaza de su vida, sería suficiente para que ella se detuviese. Pero ella amaba mucho sus jueguitos.

Our Ackerbond | Más de Cuatro Años de InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora