Rojo

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La próxima vez no pretendía dejarle solo después de un día tan prologado como este, incluso yo sentía que todo había sido demasiado para mi cuerpo. Pero él se veía incluso más afectado que el resto de nosotros.

Cuando venía de entregar unos documentos y hacer llegar entregas de cartas al correo, llegando a nuestro dormitorio encontré a Levi tendido en el suelo. Esto era mucho más inusual que las anteriores escenas que he estado presenciando de él. Todo esto me ha despertado un gigantesco interés, quería acallar mis dudas sobre aquel tema en concreto, tema que me ha estado creando numerosos dilemas.

Y fue precisamente este día, en el que decidí llegar al grano, y preguntarle todo a cerca de su condición. Quería conocer cada mínimo detalle, cada cuestión de el, esta vez no iba a aceptar un no como respuesta.

- Ya.. No te preocupes, me encuentro a la perfección, cierra la puerta, la dejaste abierta ...- Había respondido a mi pregunta, anteriormente salí corriendo a hacia él cuando lo vi tirado, y simplemente ignoré lo que me pidió de ultimo, le pregunté que había ocurrido y simplemente ignoró mi ayuda y decidió levantarse por su propia cuenta.

Pero veía que le había costado un poco, observé sus delgadas piernas, estaba usando ropa casual por primera vez. Levi nunca se despoja de sus uniformes y los utiliza hasta cuando va a tener una siesta, por lo que esta era mi primera vez viéndolo vestir normalmente, con un pantalón casi ajustado y de color negro, y una camisa con mangas largas de color blanca.

- ¿Estás teniendo problemas para caminar?- Decidí preguntarle.

- Por supuesto ¿Qué no ves?- Se intentó apoyar en la silla para poder mantenerse de pie pero casi cae al suelo, fui yo quien evitó una segunda caída y lo conduje al asiento para que se sentara.

- ¿Serias muy amable de explicarme que es lo que te está ocurriendo?- Pregunté. Y el con su respiración agitada logró calmarse y observó con atención mis ojos para luego responder.

- Con gusto lo haría "Señor educación" pero no se que decirle, y es que no tengo ni la menor idea, ahora déjame en paz.-

Estaba jugando a aquel juego de "Tu preguntas y yo te ignoro" con aquellas sofisticadas y engañosas palabras, le compartí una expresión de disgusto, por que lo voy a admitir, ya me estaba cansando de que el me estuviera evitando, por eso tenía otra razón más del por qué seguir insistiendo.

- ¿Puedes verlo, Erwin?...- Me agregó, su expresión era como si estuviera siendo exprimido por una migraña en la cabeza, estaba irritado, malhumorado y fuera de su lugar, la única definición del cómo podría explicar aquella expresión en su rostro era, que estaba delirando.

- No se de que me hablas, solo relájate un poco y respira hondo.

- Respóndeme la pregunta..- Intentó apartar mi cuerpo del suyo, yo estaba muy cerca pero por qué quería cargarlo y llevarlo a la cama, estaba haciendo una innecesaria resistencia.

- ¿Pero ver qué, Levi?- Yo seguía insistiendo mi cuerpo ante la resistencia del suyo.

- No seas ímbecil, se que puedes verlo. Se veía desesperado.- Mi ojo está blanco y hay una cicatriz, y me faltan dos dedos.. ¿Lo notas?-

Simplemente levanté mis cejas, y le miré de los pies a la cabeza para luego colocar mi mano sobre su cabello y acariciarle.

- Sin duda estás delirando.

- Joder, no estoy bromeando.- Apartó mi mano de su cabellera.

- ¿Ah si? Permíteme ayudarte entonces.- Aproveché la oportunidad para cargarlo y llevármelo a la cama, no iba permitir ni un segundo más dejándolo sobre aquella silla, y lo recosté sobre las sábanas.

Our Ackerbond | Más de Cuatro Años de InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora