Our Ackerbond | Más de Cuatro Años de Infierno

Juego de llaves

Hola de nuevo, espero y disfruten de este capítulo, el motivo principal de este comentario es advertirles del tipo de contenido que contiene este capítulo. Lenguaje obsceno, tráfico de niños y varias cosas que pueden asustar al público sensible, un ligero toque de eso. Eso es todo, espero disfruten, no olviden que también les leo, amo cuando comentan <3.

El agua estaba mas helada que en los anteriores baños que me he dado, esa vez no iba a poder ducharme como era de deberse, y es que es muy cierto que fue mi impuntualidad el no haberme levantado unas horas antes, pero todos en aquel entonces teníamos que admitir que estábamos mas preocupados en divisar una imagen de lo que sucedería el día siguiente que el dormir adecuadamente. Al fin y al cabo ya estábamos despiertos, podía jurar que el también no había podido reconciliar el sueño aquella noche de tormenta, mientras se quedaba ido observando en lo profundo de aquel té color negro, se encontraba totalmente sereno y pasivo, estaba pensando profundamente ¿Quién no lo haría?, ya había amanecido y en lo único que podíamos pensar era en no salir muertos después de llevar a cabo nuestra mas importante misión.

No podía notarlo a primera vista, pero al dar un enfoque mas detallado, podía notar que el se encontraba un poco motivado, normalmente su rostro refleja flojedad y mucho estrés, para algunos no es nuestra culpa haber nacido con un rostro así, que aparentase estar molesto en todo momento, sin embargo, no iba a significar que siempre fuera así.

Sus movimientos estaban mas bruscos y rápidos de lo normal, y al pedirle algo el hacia todo de inmediato, cuando sorbia de su té observaba con detenimiento mis ojos cuando yo me encontraba hablándole, también me ofrecía ayuda como preguntarme si necesitaba que me trajese algo o si faltaba algo más en el mandado, respondía con un gracias cuando el momento lo pedía, esos pequeños detalles podía percibirlos al instante. Se encontraba de buen humor, bueno, a mi parecer.

También noté un cambio abismal en mis compañeros, no es que fuera extraño pero simplemente no me acostumbraba. Ese día todos estaban ya vestidos con sus ropas más casuales y algunos elegantes y formales, muchos de ellos hicieron ligeros cambios con su apariencia, aquello era fundamental, a muchos de nosotros nos conocían varias personas por lo que teníamos que pasar desapercibidos. Principalmente yo, tenía que hacer algo con mi camuflaje.

Ya me encontraba vestido en mis mejores ropas, y teniendo también puestas unas gafas para leer, cuando me observé en el espejo me impresionó lo mucho que me parecía a mi padre cuando el se arreglaba, aquello era de lo más nostálgico, verle vestido así cuando salíamos a una fiesta o cuando en esa ocasión era su fiesta, de pequeño siempre decía que quería lucir como él, y al parecer mis deseos fueron concedidos.

Tenía el cabello mojado, recién salía de la ducha, me las ingenié para lograr bañarme en un tiempo efímero y así salir oloroso y aseado, mi apariencia era lo que más me importaba.

Luego le ví a el, se había cambiado la ropa que traía antes, me pregunté por qué y luego me percaté por que era. Parecía como si quería combinarse conmigo, dos hombres bien vestidos en unos trajes negros, elegantes y ajustados, en sus manos se hallaban un sombrero del mismo color y un maletín marrón y este se dirigía a mi cargándolos mientras me observaba con mucha atención.