Capítulo 9

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Durante varios fines de semana Todoroki y Bakugo salían a merendar después de hacer sus sesiones de estudio.

Ese día era especial.

Era 11 de Enero, cumpleaños de Todoroki.

Bakugo ya lo sabía así que decidió darle un regalo.

Ese día supuestamente iban a hacer otra sesión de estudio, pero decidieron ir primero a comer algo.

Bakugo anteriormente había preparado algo especial para Todoroki.

–Todoroki ¿Qué te parece si caminamos por la plaza?– preguntó después de salir del local de comida.

–Pero... ¿No deberíamos ir a estudiar?– cuestionó.

–Es un día que no vamos a hacerlo, tranquilo que ya nos falta muy poco para estar bien preparado. Un día de menos no nos afectará– convenció Katsuki a Shouto.

–Está bien– aceptó.

–Vámonos– Ordenó Bakugo mientras tomaba el brazo de Todoroki en dirección a la plaza más cercana.

El contacto físico no era cómodo para Shouto, pero cuando era con Katsuki se sentía confortable. A diferencia, a Bakugo le daba igual el contacto si era él quién lo ejercía y no otra persona.

Caminaron al rededor de diez minutos hasta llegar a un banco que estaba cerca de un gran árbol de cerezo. Posteriormente tomaron asiento y disfrutaron un poco de la vista la cual era muy diversa: unos padres detrás de dos pequeños que escapaban de ellos, una pareja de enamorados caminado juntos de la mano, una señora dándole de comer a las palomas y a una chica que estaba leyendo un libro de portada llamativa.

Todoroki esperaba que Bakugo le deseara un felíz cumpleaños. Pero cuando se encontraron no salió ninguna felicitación por parte de Katsuki.

–Todoroki...– llamó al contrario.

«¿Tal vez me desee ahora un felíz cumpleaños?» Pensó con un brillo de esperanza en su mirada.

–¿Si Bakugo?– contestó.

«No creo que sea eso» Negó su pensamiento anterior.

–¿Quieres salir conmigo?–

El corazón de Shouto dió un vuelco.

–T... Te... ¿Te refieres a salir otro día a comer?– preguntó con los nervios de punta, los latidos eran tan fuertes que tenía miedo que el contrario lo escuche.

–No, me refiero a que me gustas y que deseo que te conviertas en mi pareja–

Todoroki quedó un blanco.

–Pareja amistosa ¿No es así?– se negaba a creer lo que estaba pasando.

–Ugh, al parecer no vas a entender con palabras– exclamó ya cansado Bakugo.

Rápidamente posicionó sus dedos en la barbilla de Shouto para elevarla y acercarla hasta estar en una escasa distancia de dos centímetros para luego unir sus labio con los del contrario.

Fue un beso rápido, que demostraba lo que Katsuki quería. Separaron sus labios y se miraron fijamente.

Todoroki sintió que sus mejillas ardían y su corazón no dejaba de latir con gran rapidez.

–Me refiero a este tipo de relación, Shouto– explicó mientras veía la curiosa heterocromía del contrario.

–Pe.. pero...– fue cortado antes de terminar.

–Sé lo que vas a decir y no, no es raro una relación de dos personas del mismo sexo, tampoco estoy confundido o despechado por algún tipo de rechazo y absolutamente no es una broma de mal gusto– respondió rápidamente.

–Pero yo no soy...–

–No pongas excusas, eres un gran chico y obviamente terminarías gustandome. Eres una de las pocas personas con las que me entiendo perfectamente y siento tranquilidad a tu lado. Llegó a sentir que tu sonrisa brilla más que el sol y todas esas cursilerías más. Tú sabes que no soy del tipo romántico, quiero que sepas que me gustas y que deseo una relación contigo– Confesó.– Y no te preocupes, te daré tiempo para pensarlo– agregó.

Quedaron en silencio, mirando fijamente al frente.

Shouto intentaba procesar todo lo que estaba pasando, no entendía muy bien la situación y sentía que estaba soñando. Respiró profundamente y se giró para ver a Bakugo.

–No necesito tiempo, si quiero salir contigo Katsuki–

A Bakugo se le formó una gran sonrisa.

–Hoy es nuestro día, una razón más para que sea especial–

–¿Por qué otra razón es especial?– preguntó Todoroki confundido.

–Porque es tu cumpleaños tontito– explicó en tono burlón– Felíz cumpleaños Shouto– felicitó mientras le entregaba un llavero con forma de tazón de soba que tenía las iniciales S.T.  y los dígitos 11/01.

Una lágrima rodó por la mejilla de Todoroki, su felicidad fue tanta. Después de tanto tiempo pudo disfrutar uno de cumpleaños.

Bakugo solamente secó esa lágrima con el dobladillo de su ropa.

–No llores, tu feo rostro quedará más espantoso– bromeó consiguiendo una leve risa por parte de Todoroki.

–Será feo mi rostro, pero el tuyo no se puede definir ni con la palabra horripilante– se quejó riendo Shouto.

–¡Auch! Me dolió en lo más profundo del pecho– exageró mientras hacía una expresión dramática de dolor.

Shouto y Katsuki no pudieron aguantar más y explotaron a carcajadas.

El sonido de una notificación cortó ese momento. El celular que sonó era el de Bakugo, quien revisó el mensaje.

–Vamos a otro lugar– informó Bakugo mientras se paraba de su asiento y extendía su mano en dirección a Todoroki.

–De acuerdo– accedió.

Ambos caminaban nuevamente juntos, pero esta vez tomándose de las manos y entrelazando su dedos.

Ahora ellos eran una más de esas parejitas amorosas que paseaban por todos los lugares que podían mostrando el amor que se profesaban.

La felicidad en el corazón de Shouto fue una de los sentimientos más hermosos que se podían sentir en la vida de un adolescente enamorado.

Vengaza (bakutodo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora