Vengaza (bakutodo)

Capítulo 12

Toda la clase notó la tensión que hubo entre Todoroki y Bakugo en los últimos días. Los chicos de un día para otro dejaron de estar juntos, evitaban constantemente las miradas del otro.

Ellos claramente habían tenido una pelea, una que realmente les afectó para mal. Estaban muy enojados entre ellos, o eso es que pensaba la mayoría.

Los dos tenían una fachada de estar bien. Las personas cercanas a ellos notaron la tristeza que había en su mirada, especialmente en la de Bakugo.

Kirishima estaba un poco preocupado por él, ya que su amigo no era tan agresivo como antes. Las ganas de discutir que siempre tenía se fueron desde la ruptura que tuvo con Todoroki.

Katsuki no le dijo lo que había pasado a Eijiro. El pelirrojo escuchó de su novio que ellos dos habían terminado.

Seguía siendo el mismo chico aplicado en sus notas, pero había algo diferente en él. Se podía sentir que sus acciones cambiaron, aún si eran las mismas que realizaba con anterioridad.

Pasaba algo parecido con Todoroki. Midoriya fue el único que sabía la forma en la que lo afectó.

Shouto le había pedido que se reuniera con él y fue ahí donde pudo ver lo herido que estaba.

Todoroki pudo descargar esos sentimientos gracias a Midoriya que lo escuchaba atentamente. Izuku no podía evitar enojarse con Katsuki por lastimar de esa manera a su mejor amigo.

O eso fue hasta que pudo ver las facciones deprimidas de su compañero. Eran realmente obvias para él, ya que lo estuvo observando durante muchos años.

Otra persona que notó lo triste que estaba Shouto fue Momo. Le dolía verlo así, pero a pesar de eso sabía que era lo mejor ya que las cosas acabarían peor.

Cada día la fachada de los dos se hacía más fuerte. Algunos pensaban que las cosas iban a volver a estar como en el principio y otros esperaban que ellos no explotaran por retenerse de esa manera.

Para evitarlo, Kirishima decidió invitar a Bakugo a un concierto de Rock que había en el centro de la ciudad. Aunque deberíamos decir que Katsuki fue arrastrado fuera de su hogar.

Luego del concierto ambos fueron a una cafetería cercana que vendían distintas variedades de postres. Se sentaron el una de las primeras mesas y pidieron su orden.

–Bro... ¿No tienes algo que decirme?– preguntó Kirishima mientras comían su pedido.

–¿Qué quieres que te diga?– indagó.

–¿Cómo te sientes con todo lo que pasó?–

–No quiero hablar del tema, sabes que por eso no te dije nada anteriormente– anunció.

Kirishima soltó un suspiro, sabía que no era bueno presionarlo para que hable.

–Voy a estar cuando necesites hablar ¿Está bien?– dijo tratando de darle un poco de tranquilidad a su amigo.

–Lo sé, muchas gracias por eso– agradeció mientras le brindaba una pequeña sonrisa.

–Bro... ¿Seguro que estás bien? ¿Tienes fiebre?– preguntó exageradamente mientras tocaba la frente de Bakugo.

–Cállate o muere por mis explosiones– amenazó mientras soltaba un gruñido.

Kirishima solamente dio una gran carcajada. Agradecía que ese día sacara un poco la agresividad de Bakugo.

Un gran estruendo se escuchó de un momento a otro. Todo empezó a temblar y la gente salió rápidamente del lugar.

A lo lejos se podía ver a un gran villano. Algunos héroes estaban en el lugar intentando detenerlo, pero al parecer tenían algunos problemas.

–Kirishima, trata de tranquilizar a la gente de aquí y alejarla lo más que puedas del lugar. Yo voy a ir junto a los héroes para ver qué es lo que necesitan– anunció.

Bakugo recibió una afirmación por parte del contrario y salió corriendo para llegar lo más rápido a su destino.

Pero algo lo detuvo. Fue un grito que provenía del interior de un hospital, su rostro palideció. En el lugar no había ningún héroe o policía para evitar esa situación.

Decidió dejar el plan principal. Iba a verificar si en el interior había otro villano ya que los otros héroes estaban ocupados.

Se agachó y lentamente ingresó por la puerta principal, estando alerta. Pudo notar que la mayoría de las personas estaban agachadas al igual que él.

El villano estaba de espalda y no notó a Katsuki ingresar al lugar. El enemigo tenía unas bombas alrededor de su cuerpo y un botón en su mano.

Bakugo se acercó a una de las personas que estaba más cerca. Estaba junto a él una de las enfermeras del lugar.

–¡¡Quiero que llamen a los malditos heores!!– exigía fuertemente.

Katsuki tocó a la enfermera para llamar su atención.

–Yo lo voy a distraer, cuando consiga alejarlo del lugar tú evacúa a toda la gente que puedas– susurró –Soy un héroe, así que no te preocupes– mintió para consolar y convencer a la mujer.

Bakugo rápidamente se levantó con las manos en alto sin darle tiempo a la enfermera de negarse o de aceptar lo requerido.

–Creo que va a ser difícil que pase eso– le dijo tranquilamente al villano.

–¿Por qué?– preguntó con furia mirándolo –¿Tú harás algo a respecto para evitarlo?–

–Porque ya hay otro villano además de tí llamando la atención– explicó.

–¿Qué? ¿De qué hablas?–

–Será difícil para tí que logres atraer a los héroes estando aquí abajo ¿Por qué no subes a la azotea?– propuso.

–¿Crees que soy estúpido? No voy a tener con qué amenazarlos– preguntó enfadado.

–No habrá necesidad de tener toda esta gente aquí, con una persona que lleves es suficiente para hacer que cumplan tus exigencias– explicó.

El villano se quedó en silencio unos segundos, el muchacho tenía razón. Los héroes tenían el propósito de salvar vidas, aún si era solamente la de una persona. No importaba si eran una o veinte personas en peligro, se movilizarán para evitar la muerte de un civil.

–Tienes razón y tú me acompañarás si no quieres que toda esta gente explote– amenazó.

Bakugo, aún con las manos en alto, se acercó al villano quien lo agarró del cuello arrastrándolo hasta llegar al elevador.

Ambos desaparecieron del campo de visión de las víctimas.