Tu y yo en Kimetsu no Yaiba [Mujeres]

Capítulo 12

—Quisiera ponerme en serio... tener mucha responsabilidad...

—Bien, vale.

Él se queda callado.

Lo miras.

—¿Y tú?

—Me conozco lo suficiente para decir que soy algo vago... por eso quiero hacerme la vida un infierno.

—Que masoquista.

Él ríe.

—Sí, quizás, pero lo último que quiero es morirme. Otra vez...

Al final lo susurra, pero lo alcanzas a oír.

—¿Moriste?

Él ríe.

—Fue bastante feo, pero sí... ¡Kanao-san!

Alza su mano hacia la niña que ingresaba al dojo.

—Seguiré entrenando.

Lo miras irse, al otro lado del dojo junto a Kanao.

De cierta manera él es raro, pero meh. De momento no es tan grave.

—Kanae ¿Ya fueron por las niñas?

—¿Ara? No, aún no. Iremos luego de ducharnos.

Asientes.

Luego, durante casi dos horas, practicas y haces todo lo que Kanae te ordena.

[ · · · ]

Ahora estabas sentada en la sala comedor, comiendo aún.

—Ugh...

Murmuras.

Te dolía todo.

Es horrible.

Kanae y Shinobu habían salido a traer las niñas.

Ya llevaban 4 días en la Finca Mariposa, o este era el cuarto.

En seis meses sería la Selección, así que tenías que entrenar...

—Pero duele...

Murmuras otra vez.

La puerta corrediza se abre.

Volteas a ver... haces una mueca.

—¿Estás bien?

Zeli, con la cara llena de curitas al igual que parches fríos, camina hacia ti.

—Un poco... gracias que había algunos kakushis que me ayudaron. Kanao no me tiene piedad, fue como pedí, pero realmente me golpea con ganas de matarme.

Luego de cerrar la puerta, se sienta a tu lado.

—Esas heridas...

—Fueron con el shinai, no lo parecen ¿Verdad? Maldición, Kanao es muy buena agrediendo.

Solo ríes.

La puerta corrediza se abre.

—¡¿Kanao-chaan?!

Tus ojos se encuentran con unos azules.

—¿Ah? ¿Son los otros que ayudan? ¿Han visto a Kanao-chan?

La conoces.

—Kanao-san debe de seguir en el dojo practicando.

—Hm, bien.

Cierra la puerta y se va.

—Ya me parecía raro que Aoi no estuviese...

—Era Aoi, sí. Solo que más pequeña.