Mi Rey (YunSang)

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Yeosang sentía que en cualquier momento iba a gritar, no quería casarse, no todavía, menos con una persona que no quiere

— ¡No quiero!— Grito yeosang levantándose de su asiento.— ¡Yo tengo mi pareja, no quiero casarme con él!

— San no es nada tuyo, es un simple noble o te casas con el Rey YunHo o mueres, simple — Su padre lo miro de arriba abajo.— Sabes muy bien que el reino no puede tener dos reyes, solo uno o te casas y formas alianzas o mueres, tu decides si morir o no...

— Padre no sea rudo con él...

— HongJoong cállate, tú eres el heredero al trono y te convertirás en Rey cuando encuentres a tu esposa, tu hermano no pasará de ser príncipe, es por su bien, además crearemos alianzas con el reino del Norte, sino hacemos este casamiento es muy probable que se arme una guerra y no queremos eso.

— No sé nada de él, ni su rostro conozco. — Dijo yeosang volviendo a tomar asiento.— ¡Tampoco se su nombre!

— El joven rey se llama Jeong Yunho, hijo mayor de la familia Jeong, su padre murió hace unos meses y tuvo que tomar su puesto antes de contraer matrimonio, como una de las reglas para ser rey es casarse con una persona su puesto corre riesgo y su mejor opción eres tú. — El Rey se levantó de su asiento para retirarse de la sala.— Quédate tranquilo, al rey le mandamos un cuadro tuyo, el quedo facinado contigo, es lo único que importa

Yeosang quería llorar, no quería irse de su castillo, pero conociendo a su padre seguro sus cosas ya estaban lista, iba a partir al norte a vivir con su nuevo esposo.

El tenía una relación con Choi San, un noble, desde que Yeosang tiene memoria estuvo a su lado, compartieron muchos momentos y ahora el se casaría con el rey del norte, era injusto para el, como para San, ellos tenían una vida planeada e incluso iban a comprar tierras fuera del pueblo para tener mucha más paz, pero todo eso se iba a quedar en el olvido.

Su hermano mayor sentía tristeza por él, tenía que dejar el reino, no estaría a su lado, sin él no sabría cómo gobernar, él es su pilar y la única persona que lo mantiene con cordura en ese reino, todos querían algo del próximo rey e incluso lastimarlo.

— Al salir de esta sala me tendré que ir ¿Eso es cierto?

— Así es, padre ya se encargó de todo mientras dormía...

— Maldita sea, ni despedirme puedo

— Entre tu equipaje deje cartas y sellos reales para que nos mantengamos en contacto, también mi manta, para que no me olvides — se levantó de su asiento y se acercó a su hermano.— No olvides que existo, debes visitarme o juro que mandaré guardias a traerte a la fuerza

— ¿Será bueno conmigo?

HongJoong suspiro.— Si te llega hacer daño juro que yo mismo lo matare, no permitiría nunca que le hagan daño a mi hermanito

Yeosang tomo su mano.— ¿Guardaste mis pinturas e instrumentos?

— Fue lo primero.— Le sonrió.— Ni se te ocurra cortarte el pelo, ese rubio hermoso y tan natural es igual que el de nuestra madre, ya te llega a la cintura, si tu esposo quiere que te cortes el pelo, corta sus genitales

Yeosang sonrió, se levantó y abrazo a su hermano, no lo volvería a ver por un largo tiempo a nadie de su familia e incluso no podrá visitar la tumba de su madre como hacía todos los días.

HongJoong agarro la mano de Yeosang.— Te llevarás a Seonghwa contigo, el te cuidara, protegerá y te servirá hasta que tú te sientas cómodo ahí, pero si quieres se quedará a tu lado hasta el día de su muerte.

— Pero él y tú...

— Nosotros nada, no estamos destinados a estar juntos, los dos sabemos muy bien eso, el mismísimo Park Seonghwa se ofreció para cuidarte, porque sabe que nadie lo haría mejor que él, y no sé equivoca, nadie es mejor que él, te cuidara y será la persona que de la vida por ti.

Yeosang agachó su cabeza y salió despacio de la sala, en el camino a la salida todos los sirvientes, esclavos e incluso guardias lo esperaban a él, para despedirlo del castillo, fuera de este, un poco lejos se encontraba San llorando con unas flores en su manos.

Volteo a ver a todas las personas que lo vieron crecer e hizo una reverencia, en el carruaje lo esperaba Seonghwa, listo para irse con él, para protegerlo sin importar que dejaba al amor de su vida en el reino.

Una vez adentro comenzó a llorar en silencio, sería un viaje largo y bastante doloroso, Yeosang debía casarse con una persona que en su vida vio, tenía que dejar a toda su familia atrás y cumplir su deber como rey, mantener la paz entre los dos reinos y tratar de sobrevivir en el camino.