Mi Rey (YunSang)

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San observaba todo desde las montañas, veía como las luces del palacio eran fuertes, habían reforzado la seguridad, había más guardias, maldijo, sabia que esto le iba a complicar todo, debía sacar a Yeosang de ahí lo antes posible, no podía permitir que el amor de su vida se case con alguien que no ama.

— San, me temo que decirte que la seguridad aumento y es peligroso quedarnos tanto tiempo aquí, solo nos queda esperar a que sea la boda, ahí es donde más distraídos van a estar, ya se como hacerte entrar, así que esperaremos esa ocasión

— No puedo esperar hasta la boda, falta mucho todavía, debí sacar a Yeosang de ahí, Min.

— Lo se, pero si decides escapar con Yeosang tendrás que pasar por las fronteras de China y te estarían buscando por cielo y tierra, los del sur como los del norte.

San grito enfurecido, sabia que iba a ser muy peligroso salir de Corea, pero debía planear todo muy bien para que no lo capturen a él ni a Yeosang.

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Un dolorido Yunho trataba de levantarse de su cama, había estado todo el día durmiendo y al parecer siguió de largo hasta el otro día.

—Alteza, por favor con cuidado —Hablo Mingi.— Al fin se despierta, ya me preocupaba por su salud.

— ¿Y Yeosang?

— Yo estoy bien gracias.— Yunho se sentó en la cama mientras sostenía su cabeza.— Esta en su oficina terminando sus papeles del día de ayer y hoy, solo queda que usted los revise y firme.

— Pero ese no es su trabajo...

— Lo se, pero el insistió y ahora creo que se encuentra con la Reina Madre viendo unos detalles de la boda, están probando que llevará puesto ese día, que le queda mejor.

Yunho rápidamente se levantó de la cama pero Mingi lo tuvo que sostener para evitar que se caiga.— Despacio animal, ya te llevo a donde tu amado, pero no te desesperes.

Mingi guió a Yunho hasta donde se encontraba su madre y su futuro esposo, pero antes de eso lo vistió porque estaba semidesnudo.

— HeyIn cambiaremos esta tela de la parte de arriba por una más fina, la boda se celebrará en épocas de calor, debemos procurar que de Yeosang no sufra.

— Si reina madre.— Anotaba todo lo que le ordenaban.

— ¿Yeosang te sientes cómodo con tu dallyeong?

— Es bastante cómodo, pesado, pero cómodo, es raro verlo de estos colores, en mi reino se siguen usando los antiguos, los primeros.