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El único consuelo de Yeosang era llorar, era lo único que hacía desde que llegó a ese reino.

Nadie lo molestaba, solamente Seonghwa, él le traía la comida y se aseguraba de que comiera todo para luego ir a bañarse.

Si fuera por Yeosang se quedaría acostado todo el día, pero él no podría aplasar por mucho tiempo su reencuentro con el rey, debían casarse.

No tenía otra opción, sino sería devuelto al reino del Sur donde iniciaría su muerte segura.

Yeosang se levantó de la cama, procedió a bañarse con ayuda de las sirvientes del lugar.

Luego del baño peino su hermoso pelo, colocándole tan solo una evilla que su madre le había regalado.

Se colo su hanbok tradicional de su reino.

Salió de su habitación y tras él iban sus sirvientas para lo que el necesitará.

— No quiero que estén tan cerca de mi.— No se dio la vuelta para verlos.— Quiero que solamente uno de ustedes vaya delante mío para llevarme con el rey.

— Si principe.— Dijeron

Uno de los sirvientes dió una reverencia, acto seguido guío con su mano a Yeosang para que lo siguiera.

Se estaba arrepintiendo de lo que iba a hacer, quería volver a su habitación, pero había leído la carta de su hermano, sabía muy bien que el Rey no iba a tener mucha paciencia con él, en algún momento se iba a cansar.

O lo desechaba, o, simplemente lo obligaba a hacer todo lo que debía.

— ¡Atención, el príncipe Kang Yeosang entra a la sala!

Y así todos hicieron reverencias ante la entrada del principe, el rey estaba parado frente a unas pinturas, sonrió al ver a Yeosang ahí.

— Déjenme solo con el príncipe.— Ordenó, todos obedecieron.— Yeosang, que gusto verte, llegas justo a tiempo, tengo algo para ti

Yeosang se quedo quieto, mirando toda la habitación en la que fue a parar, es muy distinta a las de su reino, demasiadas, estás tenían más color, desprendían una hermosa energía.

— Yeosang

El rey tocó su hombro y este se sobresalto.— Tranquilo, no te haré nada. — le sonrió.— Ven, quiero que veas algo

Yeosang agachó la cabeza y lo siguió. — Tu hermano me dijo que te gusta mucho las pinturas, la música y el arte en general. — Lo miro pero yeosang seguía con la cabeza baja.— Así que mandé a traer estas hermosas pinturas, acuarelas y varios tipos de pinturas que no se bien sus características — rasco su su nuca.— las artes y yo no nos llevamos muy bien

Yeosang miro la caja en dónde estaban todas las pinturas y su cara cambio en segundos.— ¿Esto es tizas?

Miro al Rey y este se avergonzó.— No lo sé, tu eres el experto aquí, yo solo conseguí estas pequeñas cosas, algunos son importados de otros continentes, quise traer lo mejor y lo más nuevo para ti, para que puedas hacer tu arte con comodidad

Yeosang por primera vez sonrió y volvió a mirar las pinturas.— Gra-gracias supongo... Mi hermano nunca pudo conseguir las tizas, mi madre... Antes me las conseguía, pero después de su muerte me quedaron unas cuantas que atesoro con mi vida, me gusta muchas usarlas a la hora de dibujar en papel o lienzos.

— Creo que aprendí algo nuevo de ti, lo voy a recordar. — Yunho se alejo un poco de yeosang para abrir esta vez un baúl.— Creo que esto sera poco, pero dentro de este baúl hay mucho más de todo lo que ves en la caja y de todos los colores, son para ti

Mi Rey (YunSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora