CAPITULO 10

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Volver a casa había sido más difícil de lo que pude imaginar, Lían se acababa de marchar después de traerme del instituto y yo seguía en la puerta sujetando el pomo de la puerta sin decidirme a abrirla ¿Qué diría mama? ¿Seguiría enojada? ¿Yo lo estaba también? Suspiré con pesar. Era la primera vez que pasaba tanto tiempo fuera de casa sin permiso suyo, pero no podía seguir así, debía enfrentar al dragón.  Aspirando con fuerza me arme de valor y finalmente abrí la puerta.

—Estoy en casa—Avise en tono bajo esperando no encontrar a nadie y así subir a mi habitación.

Sintiéndome como una ladrona comencé a caminar casi a hurtadillas hacia las escaleras, el plan de escabullirme sirvió bastante bien hasta llegar al segundo piso donde el dragón esperaba en el centro del pasillo bloqueando mi camino.

— ¿Ahora caminás a hurtadillas?—pregunto mi madre.

—Estoy en casa—avise nuevamente lo que evidentemente era obvio, pero realmente no sabía que más decir.

—Eso veo—respondió cruzando los brazos y golpeando uno de sus dedos sobre el cruce de modo impaciente— ¿Por qué no contestas las llamadas?—inquirió finalmente.

—Le conteste a papa...—murmure en respuesta aunque no era buena idea hacerlo, bien sabía que era lo peor que podía hacer, después de todo no era la primera vez que lidiaba con mi madre enojada, pero vaya que esta vez si parecía furiosa al límite y no es como que yo estuviera exactamente arrepentida por mis acciones.

—Te desconozco Brooklyn, no entiendo tu problema con tu hermanastro, Pero entiende que esta familia tiene muchos problemas intentando encontrar un punto de armonía y no necesitamos más problemas y menos viniendo de ti, de quien se espera más ayuda y comprensión que de cualquiera otra persona.

— ¿Exactamente por qué mamá?— pregunte intentando pasar la indignación que me producían sus palabras que definitivamente eran absolutamente injustas— También importo...—murmure perdiendo contra la vocecita que me pedía que calle— no solo importan Shin y Jonghyun, también tengo problemas con todo esto, también es difícil para mí, pero al parecer tú lo has olvidado, ¿sabés qué? Tú olvidaste que yo también soy una adolescente llena de líos que necesita de algo de apoyo, pero desde luego no te importa ¿verdad? A decir verdad no te ha importado nada de mi vida desde que Shin nació y ahora con ese sujeto en casa, es más fácil para ti pasar todo lo que ese delincuente hace antes que poner un alto, eres permisiva y complaciente porque intentas consagrarte con él pero...

—No te atrevas a decir una sola palabra mas—rugió finalmente la rubia de piel pálida que para este punto lucía un tono muy cercano al rojo— tu padre me apoyo contigo cuando más lo necesite, yo debo hacer lo mismo con su hijo y tú también, es tu deber.

— ¿asique es eso? —Pregunte incrédula—¿es simple gratitud lo que te mueve a actuar bondadosamente con él y Jonghyun? Pensé que lo hacías por cariño genuino, porque amabas a tu esposo, no por pagar una deuda, me decepcionás madre.

— ¿Cómo te atrevés a hablarme así Brooklyn Miller?

— ¡Soy Kim! ¡Soy una Kim!— exclame más molesta de lo que debería estar, pero estaba harta de que los lazos de sangre me priven del apellido que orgullosamente portaba por ser "de mi padre". Mamá enseguida me vio aún más furiosa, casi parecía una fiera apuntó de atacar pero yo simplemente no pude amilanar mi irritación y mi ofensa —A diferencia de ti, madre, papá si me quiere del mismo modo que quiere a Jonghyun y a Shin, para papá somos iguales por su amor incondicional, tu deberías aprender algo de eso.

— ¡Yo también los quiero!—exclamó ofendida.

— ¡pues tratanos igual a todos! Llevo tres años lidiando con tu preferencia por Shin...

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