CAPITULO 6

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El sol había salido y yo no había pegado los ojos en toda la noche, me sentía enferma, no tenía fiebre pero realmente me sentía fatal asique medio dormida y ligeramente mareada  baje al comedor con la intención de avisarles a mis padres que no iría a la escuela pero en cuanto entre a la cocina me di de bruces contra algo duro, enseguida lo oí mascullar una maldición ¿Por qué no podía tener una mañana tranquila? Suspire esperando algo que después de anoche hubiese deseado evitar el resto de mi vida.

— ¿Alguna vez usas tus ojos para ver?—me gruño Jonghyun caminando a  dejar sobre el mesón la bandeja de desayuno que tenía el vaso de jugo a la mitad al igual que la taza de café, sonreí al ver su ropa mojada mientras el sacudía sus manos para quitarse algo de las bebidas.


—Ups...—dije con una sonrisa inocente.


—Discúlpate —me ordenó y yo le saque la lengua y estire el parpado inferior de mi ojo izquierdo  antes de correr tras de mi padre que acababa de entrar a la cocina.


—Buenos días cariño—me dijo mi padre abrazándome.


—Hola papi—respondí besando su mejilla, Jonghyun me miró furioso.


—Buenos días Hijo—Saludo papa a Jong.


— ¿Qué mierdas tienen de buenos?—respondió él empujando la bandeja con fuerza, esta salió precipitada mientras él se marchaba y sin que papá o yo lo pudiésemos evitar cayó a nuestros pies haciéndome saltar del susto pues todo en ella se destruyó y desperdigo  por todo el piso.


— ¡Jonghyun!—gritó papá pero solo escuchamos la puerta de fuera ser cerrada de un portazo, papa salió de la cocina furioso y mascullando cosas en su idioma, yo me quedé mirando el desastre a mis pies ¿Cuál era su problema?


— ¿Qué paso aquí?—Pregunto mi madre entrando con Shin que miró el desastre tan atónito como mamá.


— ¿Qué crees? El psicópata nos arrojó eso a papá y a mí —respondí molesta.


—Seguramente fue un accidente—escudo  mamá mirando a Shin.


—Si...seguro—murmuré caminando sobre el desastre—me siento enferma, no iré a clase hoy.


—te dije que lo había arruinado, seguro intentará evitar a Lían—susurro mi hermanito así que me di vuelta para asesinarlo.


— ¡No lo arruine!—grite y desde luego  aquello sonó a  una declaración firmada de que lo que el decía era cierto— ¿sabés qué? ¡Olvidalo! Me voy a clases.


— ¿no te sentías mal?


—Me sentiré peor si me quedo en esta casa—dije de mal humor subiendo a vestirme.


— ¿Quién entiende a los adolescentes de hoy en día?—dijo Shin tras de mí.


— ¡SHIN!—grite y el solo comenzó a reír ¿acaso lo molesto lo adquirirían en los genes?


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