BAJO EL MISMO TECHO

CAPITULO 15

JONGHYUN

Después de una vez más salvar a Brooke y retorcerme de ira por lo poco que ella apreciaba su vida, no tuve más remedio que caminar tras suyo como un acosador hasta una patética feria, no era la casa de su novio y aquello me hizo bajar la guardia momentáneamente, aun así de un lado al otro la seguí mientras ella jugaba como una experta en cada juego ridículo al que sus amigos la animaban a participar.

Casi toda la noche la aceche desde la obscuridad mientras que ella como de costumbre permanecía totalmente ignorante de mi presencia, en perspectiva ella era un ángel dichoso, yo en contraste era un espectro miserable  que como una polilla parecía estar atraído a su inusual brillo en la obscuridad del asqueroso mundo al que pertenecíamos.

 Aquella noche que estaba tildada de macabra, Brooklyn gracias a su hermoso vestido blanco parecía más inalcanzable que nunca de mi o de cualquier otro ser corrupto en la tierra, su risueña sonrisa y su forma de correr de un lado al otro  mientras que su bonito cabello bailaba junto con sus alas tras cada paso que daba,  la hacían destacar aun mas entre la multitud, por desgracia los idiotas embelesados por su belleza hoy  parecían estar casi a cada metro, los infelices no se limitaban a la hora de comérsela con la mirada,  eso comenzó a desesperarme,  entre más la veía  totalmente ajena de lo que tenia alrededor más ansioso me ponía, ella casi parecía totalmente ingenua de lo que provocaba en los demás ¿O quizá estaba tan acostumbrada a ello que ya no lo notaba? desde luego que esta era la respuesta mas acertada, después de todo ella era un princesita perfecta a la que le encantaba llevar zapatos de tacón y minifaldas a las escuela, definitivamente alguien como ella estaba acostumbrada a llamar la atención de todos a donde sea que fuera, esa era su naturaleza,  en cambio yo era un ser vil acostumbrado a ser ignorado, mi naturaleza era la envidia, el orgullo y el resentimiento, es por eso que mientras mas la veía reír con sus amigos  mas  desee  arrancarle las alas en más de un sentido, deseaba tanto quebrarla y traerla al mundo real para que se quemase el alma tanto como yo... si...ella debía conocer el dolor real en algún momento de su perfecta vida y yo debía ser la persona que se lo enseñara como ella y su madre me lo enseñaron a mi, esa era mi meta, mi mayor ambición en este estúpido país, pero contrariamente a mis metas y deseos allí estaba yo, siguiéndola desde las sombras para asegurarme de que nadie la dañase, patético, lo sé, pero perfecta  excusa residía en el hecho de que yo debía ser el único con el derecho de destruirla, nadie mas podía hacerlo, la venganza debía llegar por mis propias manos, me aseguraría de que eso fuese así, debía ser yo el único en arrancar aquellas alas, por desgracia todo estaba llevando demasiado tiempo, y la frustración por no poderlo hacer aun estaba acabando con mi poca cordura, pero esa noche en particular   estaba tan frustrado que en un momento de debilidad al encontrarme con una de las porristas que se había ofrecido a mi desde mi primer día en aquel instituto, termine por enredarme con aquella morena en un vano intento por aliviar una frustración latente que Brooke provocaba en mi,  pero una vez más como me había estado sucediendo con todas las mujeres con las que me acostaba, mi frustración no hizo más que crecer porque ninguna de ellas era la persona que mi mente irracional y torcida deseaba.

Tras sucumbir a mi momento de debilidad el angelito termino perdiéndose de mi vista.

>>maldita sea<< pensé caminando apresuradamente por la feria.

— ¿A quién estas buscando?—pregunto Dylan caminando tras mío mientras yo peinaba cada rincón de aquella feria maldiciendo internamente.

—Cariño eres un encanto pero sabes que no soy buena compañía después del sexo, es más, ahora mismo te conviene perderte— gruñí frustrado, un simple descuido y esa mocosa probablemente ya estaba en casa de aquel imbécil como planeo Kibum.