BAJO EL MISMO TECHO

CAPITULO 4

Mire a Jonghyun parado al frente de todo el salón junto al maestro,  claramente me había visto al entrar pero ahora  me estaba ignorando olímpicamente ¿Qué hacía aquí? bueno, la respuesta era obvia pero sus ropas eran como siempre un desastre y aunque los aros en su rostro no estuviesen, su perfil en general aun intimidaba, esa no era la forma de vestir para la escuela.

—¡clase! —grito el maestro para llamar la atención, segundos después todos se fueron callando pero  miraron al llamativo sujeto alado de nuestro maestro —este es su nuevo compañero, ah sido trasladado desde Corea del Sur,   espero lo ayuden a ponerse al día. Presentate hijo—animo el maestro Ross pero mi hermanastro de mala gana solo soltó un "soy Jonghyun" y camino a una de las sillas vacías del fondo.

—_______ ¿Viste la ropa del nuevo? —preguntó Dilan una hermosa  morena de piel  chocolate que se sentaba a mi lado y era parte del equipó de animadoras.

—no le preste atención—susurre en respuesta.

—creo que se escapo de un bar de moteros o de la cárcel, él me da miedo pero esta buenísimo—sonreí débilmente ¿debía decirle que era mi hermanastro? gire un poco para verlo sentado al final del salón, como siempre él estaba ajeno al mundo entero mirando por la ventana como si su mente estuviese en algun lugar lejano y no en aquel salon. 

Suspirando y antes de ser descubierta mirándolo, me acomode derecha y comencé a guardar mis apuntes ¿Por qué estaba en mi salón? Él era mi mayor por un año ¿no debía estar en el mismo grado que Lían, Kibum y Stacy? ¿Y por que papá no me había dicho nada? Bueno de momento eso no debía importarme, lo único importante era el examen que después de una extensa recomendación del maestro Ross fue repartido. una vez mas y por simple inercia  voltee a ver a Jonghyun pero a él no le habían entregado uno, aún así el maestro le ordenó iniciar el texto que teníamos, por mala suerte él noto mi mirada y por unos segundos me devolvió la mirada también, sus ojos fríos y sombríos  una vez mas me congelaron donde estaba.

—¿algún problema señorita Kim? —preguntó el maestro Ross, entonces me di la vuelta de golpe para descubrir que todos ya habían iniciado su examen menos yo.

—No... perdón—dije bajando la mirada por la vergüenza.

Mas que avergonzada y quizá un poco humillada por las risitas de mis compañeros  me fue difícil pero después de que mi cara dejo de arder logre concentrarme y trabajar en mi examen pero en cuanto la clase terminó y entregue la prueba al encargado de recogerlos,  me puse en pie y fui hasta el asiento de Jonghyun.

—¿Por qué no dijiste que hoy también iniciabas clases aquí? —interrogue cruzando los brazos sobre el pecho—¿y porque estas en mi mismo grado? ¿No eres mayor que yo? —el guardo un cuaderno garabateado en una mochila de cuero  prácticamente vacía que olía a  nuevo, me miró de arriba para abajo y viceversa.

—¿te conozco? —arquee las cejas de la sorpresa mientras él se ponía en pie—lo siento gatita no me van las barbies  psicóticas —enseguida paso por mi lado empujándome con un hombro para salir del salón medio vacío donde me vi rodeada de gente conteniendo la risa y la incredulidad, estuve apuntó de gritar de rabia y correr a estrangularlo pero tenía laboratorio y eso estaba al otro lado del campus así que preferí salir a mi próxima clase donde gracias a los dioses él no estaba.

***

Después de terminar el largo día escolar yo estaba en el patio trasero sentada con mis amigos a los que no había logrado ver durante el almuerzo, por alguna extraña razón ninguno de los dos habían llegado a la cafetería, aunque no podía quejarme, Lian y yo habíamos tenido un almuerzo más que íntimo gracias a ello, casi un ensayo para la cena de después. Lo extraño es que cuando las clases terminaron los dos desaparecidos llegaron a recogerme de la puerta de mi última aula lo que era inusual, pero me reconfortaba no tener que esperar sola a que Lían  termine sus prácticas de hoy, lo que no me reconfortaba nada era la estrepitosa risa de Kibum que estaba básicamente partiéndose en dos  sobre  el césped, en algún punto incluso  se sujeto el estomago mientras las lágrimas diminutas de sus ojos casi brillaban con el sol ¿tanta gracia le hacía la majadería que me había hecho mi hermanastro?