One Shots Genshin Impact

Diluc ♡

"Sin mente para pensar"

"Sin voluntad que quebrar"

"Sin voz que grite de sufrimiento"

Esos eran los deseos de mi amo.

Esa es la razón por la que existo.

Una muñeca sin emociones, ni pensamientos, solo existía para servir sin importar que.

Huérfana de padre y madre, fui llevada para servir a la casa de un noble desde que tengo memoria, ellos me educaron para estar disponible para ellos sin protestar. Cada petición, trabajo, capricho, todo les conseguía. Me enseñaron a trabajar en todas las artes posibles, cocina, carpintería, dibujo, esgrima, danza, herrería, costura, medicina, debía estar preparada para todo lo que mis amos me pidan.

-Eres una muñeca que solo existe para servir- eran las palabras que siempre me han dicho.

Me había acostumbrado a esta vida, sin dudar ni pensar en mis acciones, solo vivía para ser ordenada. 

Pensé seguir viviendo así por toda la eternidad, hasta esa noche.

Recuerdo muy bien el ardor de las quemaduras, la falta de oxígeno, los gritos de angustia, el temor de no poder proteger a mis amos.

Ese día,  la casa donde viví, la gente a la que serví, todo, fue consumido por las llamas ardientes. Todavía recuerdo las manchas de cenizas en mi piel al buscar sus cuerpos.

Fui trasladada a servir a una nueva casa.

Un nuevo amo.

Y su nombre es Diluc Ragnvindr

♡•♡•♡•♡

-Soy la ama de llaves, Adeline. Desde ahora trabajaras para el señor Diluc, tendrás tu propio cuarto y en unos días empezarás a trabajar-

-Puedo empezar ahora mismo si lo desea-

Adeline me mostró una sonrisa amarga. 

Escuché sobre el maestro Diluc en una conversación que tuvo mi antiguo amo durante una reunión de negocios. Dueño de la industria de vino más grande en Mondstadt, y el hombre más rico y codiciado de la ciudad. 

Nunca pensé que iba terminar trabajando para él. 

Adeline me enseñó mi cuarto, me dijo los horarios de comidas para los empleados, y mencionó que si necesitaba algo que se lo diga, lo cual negué con mi cabeza. 

Empeze a acomodar las pocas cosas que tenía. Obtuve muy pocas pertenencias cuando viví en la otra casa, un pequeño pañuelo y un solo libro de cuento era todo lo que tenía. Mi mirada se posó en libro de cuentos, sentí una presión en mi pecho y un antiguo recuerdo llegó a mi mente. Una señora de edad avanzada leía un cuento a una niña de mirada vacía, aunque la pequeña no mostraba ninguna emoción, por dentro sentía curiosidad por saber como iba a continuar la historia, tristeza por la situaciones de peligro, y alegría cuando todo se resolvía. 

Suspiré para desaparecer ese recuerdo, debo ocultar estas emociones, soy una muñeca que solo sabe seguir ordenes. 

"Sin mente para pensar"

"Sin voluntad que quebrar"

"Sin voz que grite de sufrimiento" 

Repito esas frases como una oración y salí de mi cuarto.

♡•♡•♡•♡

-¿Me llamó Sra. Adeline?-

-Viniste muy rápido, el maestro Diluc volverá tarde esta noche, ¿podrías preparar un té y unos pasteles para ofrecerle? Las cocineras ya se fueron a dormir y debo ver a mi mamá enferma-