One Shots Genshin Impact

Kaeya ✼

-¡Kaeya!-

Hubo un silencio sepulcral en la sede de los caballeros de Favonius.

-¿Pasa algo malo?- vi a Noelle acercarse.

-Pues con cierta por persona sí, ¿has visto a Kaeya?-

-No, creí que estaba trabajando-

-Tu lo dijiste, "estaba"-

Despidiéndome de Noelle, empecé a buscarlo por todo el edificio. Solo faltaba la biblioteca. 

-Hola querida, ¿buscas algo?- Lisa habló desde el mostrador.

-Busco a Kaeya, ¿lo has visto?-

-Esta abajo-

Aguantando las ganas de correr, baje al primer piso. Aparte de Ella Musk practicando el lenguaje hilichurl, no había nadie más, eso creía hasta que distinguí el cabello azul oscuro de cierto caballero.

Con pasos lentos me acerqué con la intención de hacer un ataque sorpresa.

-Hola linda, ¿regresaste pronto?-

Al hablarme sin mirar, supe que me notó desde que llegué, bueno, eso hacía más fácil las cosas.

-Como te... ¡Auch!-

Sonreí al escuchar ese pequeño grito de dolor, tirando de su coleta como cuerda, regresé a la entrada de la biblioteca, no podía regañarlo en aquel lugar donde era prohibido hablar alto. Lisa se mostró sorprendida al verme, pero no dijo nada, solo río en voz baja.

Solté su cabello al salir del lugar y hablé enojada.

-Explicame por que la misión que estaba a tu mando de pronto tengo que dirigirla yo-

Kaeya ignoró lo que dije y siguió frotando su cuello.

-No solo es eso, hace 3 semanas que los trabajos que eran tuyos de pronto se suman a mi lista de encargos. No voy a hacer tu trabajo-

Kaeya todavía me ignoraba, o talvez solo se hacía el que no escuchaba, al final su mano terminó en mi cabeza y la acarició como si fuera un gato.

-Te ves tierna cuando te enojas-

-No esquives la pregunta- alejé su mano de mi cabeza -Responde-

-Tenías la capacidad para encargarte de eso, solo deje el trabajo en manos de un experto-

-Eso suena a una excusa de no querer trabajar- 

Me enojé más al escucharlo reír, ¿que no ve que no estoy bromeando? 

Hemos trabajado juntos desde hace casi 1 año, y por alguna razón, él ha empezado a molestarme llenandome de trabajos sin parar. La peor parte es que no puedo hacer nada para impedirlo.

-Esto es inútil- susurré y di un paso atrás retirándome.

-¿Ya te vas?- su voz detrás mío detuvo mi ida.

-No cooperas, así que no perderé mi tiempo en una causa perdida- lo miré aburrida.

-¿Me llamaste causa perdida? Eso dolió- por alguna razón, llevó su mano a su pecho como si le hubieran clavado una espada.

Suspiré en modo de desaprobación y continué con mi retiro.

Un jalón me llevó atrás, mi espalda chocó contra un pecho firme y musculoso, una respiración hizo cosquillas en mi oreja, no se si decir que lo que hizo que mi corazón latiera de forma rápida fue la sorpresa de un ataque sorpresa o el hecho de tener su cara muy cerca mío.