One Shots Genshin Impact

Thoma ∆

-Buenos días señor sol, porque no te escondes un rato más y me dejas descansar?-

Una oración dicha para mí misma salió como un susurro. Aunque la idea de seguir durmiendo es tentadora tengo trabajo que hacer. 

Levantando me con un bostezo ordené el colchón, me vestí rápido para hacerme un desayuno ligero antes de trabajar. Humo sale del vaso de té, para una fría mañana era un buen contraste. Inazuma no es de tener días fríos pero en esta época sí. 

∆•∆•∆•∆

-Oh, buenos días _____- 

-Temprano como siempre, buenos días Thoma- 

Lavé mis manos con el agua fría del grifo, secando y soplando sobre ellas para darles algo de calor. Una cinta en mi cabello para que no me moleste y par de guantes, el resto de materiales los podía ver ya mismo pero por ahora ya tengo mi uniforme de trabajo puesto. 

-Has hecho un buen trabajo, el jardín nunca ha estado tan lindo. El comisionado hizo bien en contratarte- 

Solté una leve risita.

-Estoy agradecida con él por darme este trabajo- 

Aunque solo sea encargarme del jardín, este trabajo es como un tesoro. Con la guerra muchos fueron despedidos de sus trabajos, incluida yo. Suministros de comida son muy valiosos en estos tiempos, tan valiosos que eran considerados oro, blanco fácil de muchos ladrones. 

De no haber conocido al Comisionado ese día quien sabe en donde estaría ahora. 

-Vaya, ya tengo que irme. Pero antes de que me olvidé- Thomas sacó una bolsita -Estos son para ti, comelos cuando tengas hambre- 

Lo miré varios segundos un poco sorprendida por el gesto. 

-Gracias- respondí. 

Corrió a la entrada despidiendo con su mano, solo al perderlo de vista revise la bolsa. Galletas caseras y par de dangos. No pude evitar sonreír. 

Thoma sabe que me gustan las galletas y el dango. 

∆•∆•∆•∆

El joven rubio seguido de una ¿Hada? Salieron de la residencia.

Sea cual la sea la conversación que tuvo con señorita Ayaka, se nota que no que se obtuvo el resultado esperado, pero aún veo un brillo de esperanza en sus ojos. 

-Thoma, que sucedió?- pregunté a Thoma quien vino en mi dirección. 

-Nada malo, queríamos ver si aquel viajero nos podía ayudar, pero por ahora no hay una respuesta. Pero creo que él tomará la decisión correcta- 

-¿Es acerca de la guerra?- 

La sorpresa en sus ojos se reveló, pero desapareció para dar paso a una sonrisa triste. 

-Sabes tengo el presentimiento de que su llegada marcará el final de esta guerra, bueno no sólo yo, también la señorita Ayaka piensa lo mismo- 

Seguía su mirada, el cielo ya estaba cambiando a colores nocturnos, dos pájaros surcaban el vasto cielo, libres. 

-Sería genial que esta guerra acabará- 

Thomas asintió.

-¿Que harías cuando acabe la guerra?- preguntó de pronto. 

-Mmmm..... Me gustaría ir a un festival- 

-En serio?-

-He escuchado de ellos, suenan lindos-