Estefania

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El silencio volvió, como una fría brisa de invierno, todo era tan incómodo, tan desesperante, que el decir una palabra solo empeoraría la situación, en verdad Mike solo quería explotar toda esa hipocresía que le permitía estar ahí presente; quería aventarle a la cara de su padre, lo mucho que su actitud había afectado su vida; sin embargo, su madre estaba presente y no quería ahondar la herida que tanto esfuerzo le había costado ir sanando al lado de Richard. Se sentía suprimido, pequeño, asustado y enojado no se sentía en ventaja de ninguna manera, incluso si frente a él tenía a un moribundo, que estaba muy lejos de ser una amenaza.

-          ¿Qué tienes para decirme? a tu amiga, la enfermera le costó mucho traerme aquí – expresó Mike cortante-

-          Lo sé, ella es el tipo de persona que da todo de si por ayudar a otros, incluso cuando ellos mismos sienten que no pueden lograrlo, es algo así como un ángel – dijo Miguel con un tono de orgullo, tal cual se la estuviera recomendando, luego de esto se quedó en silencio  sumido en sus pensamientos – pero no estás aquí para saber lo buena que es Karen… estas aquí, porque necesitas superarme ¿No es verdad?

Esa pregunta impacto a Mike, era exactamente lo que lo había impulsado a seguir, y se sintió patético y predecible. El que Miguel conociera como se sentía, de alguna manera le provocaba un sentimiento de rabia difícil de justificar.

-          Vine aquí, porque me dijeron que estabas muriendo.

-          Es verdad, al parecer me quedan pocos meses, la verdad es… - tomó un hondo suspiro- la verdad es que tengo SIDA, en este momento, una simple gripa me ha tirado a la cama y ha desencadenado de un momento a otro, mi muerte… nunca pensé que terminaría de esta forma.

Mike se vio sin palabras, por una parte pensaba que se lo merecía, y por otra, no podía evitar sentir lastima.

-          No es necesario que digas algo, a lo mejor hasta pienses que me lo merezco, y creo que tienes razón, pero quiero que por favor escuches todo lo que tengo por decir, no tienes que perdonarme, no tienes que siquiera considerarlo, solo quiero dejar un poco de mi vida en ti, quiero que sepas lo que he vivido y lo que me ha traído a esta cama a punto de morir, no para que sientas lastima, sino que aprendas de mis errores y nunca llegues a cometerlos…

>> Hace años, cuando me fui de casa, estaba enamorado, - se sonrió- era un idiota, no podía imaginarme vivir lejos de esa mujer, aunque no lo creas, fue difícil para mí dejar a tu madre, pero de haberme quedado, solo hubiera empeorado las cosas, de por sí, ya estaba había herido demasiado a Sonia, y aunque no lo quisiera, sabía que la heriría aún más; por otro lado estaba Estefany tenía todo lo que pudiera desear, era alegre, hermosa y cuando el sol pegaba en sus hermosos ojos color miel, sentía que podían ver a través de mi alma, me hacía reír como imbécil todo el tiempo, y sacó a la luz una parte de mí, de la que ni siquiera yo era consiente; es difícil de explicar, sencillamente la extrañaba, cada momento que estaba con ustedes, la extrañaba a ella y la falta de estar a su lado, respirando su mismo aire, me volvía un patán idiota, que maltrataba, gritaba y hería, nunca podre tener una excusa para todo el daño que causé – Miguel miro a Sonia, con un rostro lleno de arrepentimiento, a lo cual ella le devolvió una delicada sonrisa llena de perdón-.

>> Un día Estefanía me informo que se iría, fue de la nada, tan repentino como el viento de primavera – sus ojos se humedecieron y Mike por primera vez comprendió un poco su partida, pues sentía por Daisy la misma clase de emoción que en este momento hacia casi llorar a su padre ¿Qué haría si Daysi decidiera ir con Edward?- la deje marchar, pero solo por unos días, no lo soporte, sentía que me moría, no hacía más que tomar y llevar nuestras vidas a un abismo del que no habría habido escapatoria si me hubiera quedado; y entonces el día en que tu madre se desplomo ante mí, llena de lágrimas, mostrándome lo miserable que era nuestra vida, entendí que no podía quedarme y corrí a buscar a Estefanía, abandoné toda mi vida solo por ella, no lograba encontrarla y estaba a punto de darme por vencido, un día recibí un e-mail de su parte, en el cual me decía que fuera a verla, y no tuvo que decirlo dos veces, para que yo fuera corriendo a su encuentro, cuando por fin la tenía a mi alcance, estaba sentada en un columpio amarrado de un árbol gigantesco  a varios metros de la casa campestre de su padre, llorando de una forma desgarradora, en sus manos tenía dos papeles,  cuando me vio, lloro aún más fuerte y apretó sus manos a su rostro, mojando ambos papeles con sus lágrimas como si el mundo estuviera acabándose, me acerqué a ella preocupado hasta la medula, y ella sin decirme una sola palabra, me entregó los documentos, el primero era una prueba de embarazo que tenía por fecha de expedición el día en que me había abandonado, y el segundo papel, era una prueba de VIH que había salido positiva. Entonces comprendí que era un castigo de Dios, un castigo por no valorar lo que tenía, y por haber buscado en otro lado lo que ya tenía en mi casa, primero había tenido un hogar bendecido y cuando traicione ese regalo, encontré una familia  igual pero pintada en matices negros. Ese día me quede de pie a su lado por muchas horas, mientras veía como poco a poco la luz que siempre la caracterizaba, se convertía en sombras, mientras que su boca que siempre había sido tan sonriente, se desfiguraba con sus alaridos de dolor y des fortunio,  estuve con ella, mientras nuestros corazones se desvanecían al compás de la tristeza…

Nadie fue capaz de decir algo en aquella habitación, Mike no podía justificar su total abandono, pero su tragedia le era tan espantosa, que no podía pasar por alto su sufrimiento. Miguel se repuso y continúo el relato.

-          Obviamente yo también tenía SIDA, ella me había contagiado, ella al parecer lo había adquirido desde unos 8 años atrás, sin embargo solo se había dado cuenta cuando había ido a hacerse un chequeo general a causa del embarazo ,embarazo el cual había pensado afrontar sola, debido a que yo ya tenía una familia, pero cuando se dio cuenta de que tenía esa enfermedad, tuvo que llamarme, para decirme de frente , que por su causa había jodido mi vida y la de un bebe al que aún le quedaban 7 meses para nacer.

>>No tuve tiempo ni para enojarme con ella, no podía hacerlo, lo único que me dispuse a hacer fue a poyarla tanto como me era posible, fuimos  al médico con frecuencia buscando preservar la poca salud de Estefanía para que el niño naciera, ambos tomábamos medicinas que según nos explicaron, lograban mantener a raya el virus, evitando el deterioro de nuestros cuerpos, sin embargo, no había mucho que hacer por Estefanía, su cuerpo no estaba en la mejor condición, el virus había avanzado demasiado y el embarazo no fue buen tomado por su cuerpo, de tal manera, que al sexto mes de embarazo, tuvo un aborto que termino por traerle la muerte también – Lagrimas cayeron de los ojos abiertos de Miguel, entonces miro a los ojos a Mike, buscando un poco de comprensión y prosiguió diciendo- aún recuerdo ese día, ¡Mike! ¡lo recuerdo todos los días! aún la recuerdo muriéndose, desgarrada física y  emocionalmente por la muerte de nuestro hijo, pidiéndome perdón, maldiciéndose a sí misma, desapareciendo de mi vista por completo toda aquella luz que un día había visto reflejada en mis ojos, y aun así, aun con su oscuridad y sus demonios, aun cuando ella había sido mi perdición, ¡aun así! maldita sea... ella era mi vida; a pesar de todo la amaba más que nunca y me afectaba en sobre manera el sentir que la perdía de nuevo y para siempre.

>>Desesperado por tenerla conmigo, tome su mano, tratando en vano de calmarla, agarre entonces su rostro y puse nuestros rostros frente con frente, tratando de llegar a sus pensamientos y de calmar ese remolino de emociones que la inundaban, ella se quedó así conmigo unos segundos, luego me separó de ella colocando su mano en mi pecho y dijo >, por un instante vi en sus ojos aquel brillo que hace varios meses no veía, y justo después de esto, se llevó su mano al pecho y se acomodó en la cama, yo me senté en la silla cerca de su camilla un poco aliviado de verla tan serena, fue entonces cuando un sonido ahogado salió de su boca y mientras una leve convulsión estremecía su cuerpo, abandonada este mundo lejos del dolor… lejos de mi… y comprendí, que aquel brillo en sus ojos apareció, solo porque estaba segura, de que su vida llegaría a su fin.

>> Luego de eso, le di cristiana sepultura a quienes fueron mi familia en la oscuridad, y me tire por completo a las sombras de la perdición, me degeneré por completo, estos años son muchos más de los que hubiera querido vivir… No volví al lado de ustedes, porque sabía que de ninguna manera podría haberles dado lo que necesitaban, ya no era un hombre, en ese momento, solo era un cascaron vacío, sin alma y nada de ganas de vivir… pero en ocasiones pensaba en Sonia y sobre todo pensaba en ti, y me tranquilizaba saber que tu madre era responsable y que siempre te mantendría sano, que no morirías y que a pesar de mi ausencia saldrías adelante para convertirte en un buen hombre, me alegra inmensamente no haberme equivocado, porque el solo hecho de que estés aquí, por una mentira tan poco conveniente como una deuda de hospital, dice más de ti que cualquier otra palabra….

Ambos se quedaron viendo, Mike hacia un gran esfuerzo por comprender lo que sucedía en su interior, miro hacia la ventana y vio a su otro yo, con una mano en la barbilla y una expresión pensativa, luego este lo miro y le dijo en tono suave y turbio  << Es hora de que le hables desde tu perspectiva>>.

Holaaaaa actualizando de nuevo!!!

Desde su perspectivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora