Mike estaba consternado por TODA la situación, en verdad no tenía idea de que decir o cómo actuar, así que hizo lo que le dictó el corazón y la abrazo fuerte, para que sintiera que él estaba ahí y que él la protegería a costa de todo, luego de unos minutos, la alejo un poco, y con la necesidad de ayudarle, le dio una sonrisa amable diciéndole “Todo está bien, yo estoy a tu lado” le seco las lágrimas lo más que pudo con las mangas de su camisa, (su torpeza le causo gracia a ella) y viéndola un poco más calmada, se la llevo hacia el lugar más bonito que conocía; era un parque ubicado al norte de la ciudad, era espacioso, de prado suave y de un vigoroso color verde, los árboles del lugar eran inmensos, y proporcionaban a los visitantes sombras amplias y agradables, en las cuales la gente se recostaba a hablar, también habían flores distribuidas por los senderos de piedra del lugar, junto con bancas de madera bien distribuidas que daban descanso y un agradable ambiente para hablar (sobre todo a la gente mayor)…
Ambos se sentaron bajo un gran árbol que se encontraba lejano de la mayoría de las personas, estuvieron en silencio por largos minutos, Daisy se recostó en la espalda de su amigo colocando la cabeza en el hombro derecho de Mike, de esta manera, su mirada quedo hacia el follaje del gigantesco árbol, cuyas hojas dejaba pasar uno que otro pequeño rayo de luz, trato de no pensar en nada, pero pronto la imagen de su madre llego a su mente provocando que lagrimas empezaran a caer, mojando todo a su paso, ahora sus ojos ardían, ya no podía ver nada en frente, solo sentía la calidez de la espalda de Mike, en la que lloró con amargura, jalando la camisa que la cubría, como tratando de arrancar de esa tibieza, la fuerza que necesitaba para afrontar toda la información recibida.
Entre tanto Mike la acompañaba en soledad, sin decir ni una palabra, no quería presionarla, aún si se moría de ganas de saberlo todo, de estar al tanto de que le había causado daño y curarle las heridas aun si eso le costara todo lo que tenía.
Por más que lo pensaba, no lograba deducir que había pasado, “¿La abrían despedido? ¡NO! eso no era posible… No, sin que Jorge no estuviera al tanto; entonces ¿Qué era? que tenía que ver ese señor de Makoret con Daisy?” se estaba volviendo loco, en su mente solo estaba Daisy y la gran necesidad de detener sus lágrimas, estaba distraído pensando en eso, cuando una débil voz empezó a relatar:
- Cuando era pequeña, cada vez que me pasaba algo malo, mi madre tomaba mi cara en sus manos y apretaba mis cachetes como si fueran masas de pan, luego me daba una cálida sonrisa y me decía: “pase lo que pase pasará, incluso si ahora duele, mañana ya habrá pasado” esto me reconfortaba y me animaba a continuar sin lamentaciones.
>>Pero ahora, se ha presentado ante mi algo que dudo que deje de doler pronto, es más, siento que han echado sal en una herida que nunca había dejado de sangrar -- Tomo un hondo respiro y continuo—ya te había contado que mi mamá nunca me había hablado de mi padre diciéndome que lo único bueno que había dejado en su vida era yo. A causa de esto, nunca pregunte nada más acerca de él, ni quise averiguar sobre su existencia, a pesar de que siempre lo necesité, incluso cuando añoraba tenerlo a mi lado durante todo este tiempo que ha sido tan duro para mí… Ahora, él aparece de la nada, y me dice que nunca supo nada, que no quería abandonar a mi madre, que las circunstancias no le permitieron compartir su vida junto a ella…
Mike quiso voltearse para confirmar lo que su cabeza no acababa de procesar ‘¿Edward es padre de Daisy?’ pero ella se mantuvo oculta en su espalda, dándole a entender que quería un poco más de su silencio, luego de esto, le contó con detalle todo lo que le dijo Edward y estando más calmada concluyó diciendo:
- Si… ese señor Edward, dice ser mi padre, y ahora que sé los motivos por los cuales dejó a mi madre, no quiero saber nada de él, no quiero tener ni su protección, ni su dinero, ni su amor que ahora no tiene importancia, no quiero ¡NADA! --gritó con rabia—y es por esto, que voy a renunciar y me pondré lejos del alcance de ese cobarde.

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Desde su perspectiva
RomansaBuscando encajar en este mundo, Mike ha creado dos personalidades en su cabeza. ¿Cual será la verdadera?