Todo Cambió Ese Día (PAUSADA)

Ayudando

Narra Emma

Al subir a mi cuarto dejé la cazadora de Matt en la silla, me puse el pijama y me tumbé en la cama. Decidí mandarle un mensaje a Eli, ya que no sabía cómo se encontraba. Pensé que estaría dormida, pero me respondió al instante.

CHAT ELI

Em: Cómo estás? Matt me contó que te encontrabas mal y que casi te caes.

Eli: Estoy bien, Ashton me trajo. Y Matt es un exagerado, solo me tropecé.

Em: Y la cabeza?

Eli: Me duele menos.

Eli: Tú dónde estabas?? Tardaste mucho.

Em: Ah, es que había mucha cola y me volví a encontrar con Vanesa.

Eli: Te dijo o hizo algo?

Em: Más bien fui yo.

Eli: Cómo??

Em: Me empujaron y le tiré su bebida a la ropa.

Eli: JAJAJAJJAJA

Eli: Ojalá hubiera estado allí.

Em: Lo mejor es que me dijo que le pagase el tinte.

Em: Y obviamente me he negado.

Em: No fue mi culpa.

Eli: Claroo.

Eli: Esta chica está fatal enserio.

Eli: Bueno, que te lo has pasado genial.

Em: Siii, no lo puedo negar.

Eli: Me alegro.

Em: Bueno descansa que sino mañana no te despertarás.

Eli: Cierto JAJAJA.

Eli: Buenas nochees.

Em: Buenas noches.

Al día siguiente me desperté cuando alguien corrió las cortinas de mi habitación ya que entró mucha luz. Como acto reflejo me tapé con las sábanas hasta cubrirme entera, pero fue inútil ya que me quitaron las sábanas.

-Déjame dormir unos minutitos más – dije adormilada.

-Emma, ya es la hora de comer. Levántate – respondió mi padre quitándome también la almohada, la cual había puesto encima de mi cabeza.

-¡Papá!

-Baja ya o se te enfriará.

-Mmm

-He hecho arroz con pollo – al oírlo me levanté de golpe.

-Sabía que harías eso – dijo mi padre riendo.

-Me encanta tu arroz con pollo – sonreí.

-Bueno, pues te espero abajo y me cuentas qué tal fue la noche – asentí.

La comida estaba riquísima, era uno de mis platos favoritos y la especialidad de mi padre. Durante la comida le conté todo desde que salí de casa, exceptuando los encuentros con Vanesa y Daniel. Se alegró mucho de que lo pasara bien y decidimos pasarnos por el hospital esa tarde.

Fuimos a visitar a mamá, ya se encontraba mejor. Su progreso era constante y muy positivo. Según nos informó el médico que había estado tratándola, dijo que la herida del navajazo estaba saturando a la perfección. En cuanto al golpe de la cabeza, los medicamentos que le daban reaccionaban adecuadamente.

Además, avanzaba en sus ejercicios de logopedia y en unos días comenzaría con otros nuevos para coger un poco más de fuerza. Mientras estábamos allí, los amigos de mis padres fueron a visitarla. Decidí irme al rato de que llegasen, ya que éramos muchos en la habitación y no quería que nos llamasen la atención por el número de visitas, las cuales el máximo eran 3.